miércoles, 29 de octubre de 2008

Tato Rodríguez: “Para nosotros era clave”


Al finalizar el partido Pick and Roll tuvo la chance de dialogar con el base de Peñarol, Sebastián Rodríguez, acerca del juego ante los bahienses y la importancia de los dos últimos triunfos.

Su análisis del partido:

“El arranque fue muy bueno para nosotros, donde sacamos una ventaja. Después nos metimos en el juego de Estudiantes, de la presión, de correr, de perder balones, de tirar apurado, y bueno, se nos pusieron en juego. Pero a partir de ahí fuimos más inteligentes. Jugamos a lo que queríamos, que era meter el balón y cuando lo atrapaban a Román, sacarlo y tomar tiros de tres puntos. Tuvimos buen porcentaje desde la línea de tres”.

“Fue un partido parejo, podría haber sido para cualquiera, Estudiantes hizo un gran juego también. Es una cancha difícil, un equipo difícil que está muy bien. Para nosotros el fin de semana fue muy positivo, nos pone muy bien y nos da ganas de seguir como estamos”.

La opinión de “Tato” sobre lo cerrado del final:

“Sabíamos que iba a ser así. Ya en el tercer cuarto, íbamos ganando por uno, y en el minuto hablamos que no íbamos a ganar por 20, que sigamos jugando; porque estábamos muy fastidiosos; y bueno, a partir de ahí fuimos punto a punto, no nos desesperamos, tomamos los tiros que teníamos que tomar, y tuvimos un poquito más de fortuna y nos llevamos el triunfo a Mar del Plata”.

¿Este era un fin de semana clave?

“Para nosotros era clave. Íbamos contra dos rivales muy duros que estaban jugando muy bien. Contra Estudiantes por el primer puesto, se viene el Súper 8. Pero más que nada era ganar para seguir en el lote de arriba. Todavía falta mucho y hay que ir tranquilos
Fuente:pickandroll.com.ar

"De los equipos candidatos, somos el que peor defiende"


Tras el éxito de su equipo, Sergio Hernández realizó un análisis bien específico del juego, no sin antes mostrar que no tiene nada de estructurado.


--"Oveja", ¿qué tal?, ¿alguna novedad?
--Sí, que Maradona es el DT de la selección...
--Así parece, ¿qué opinás al respecto?
--Hay que apoyarlo.
Acomodándose su "fachera" corbata gris, distendido y ocurrente como siempre, Sergio Hernández rondaba por los pasillos internos del Casanova minutos antes del juego, demostrando que para él, existe el mundo más allá del básquetbol.
Poco más de dos horas después...
--Te molesto otro ratito "Oveja"...
--Pará, pará...
El coach de la selección nacional chicaneaba con un niño que le alcanzó una pelota de fútbol. Y, al mejor estilo Riquelme, la paró y la clavó en un ángulo de uno de los arcos arrinconados sobre la cancha 3.
--¡Ah bueno...!
--Tranquilo, fue casualidad... Soy un auténtico rope (sic).
--Metiéndonos en el partido, ¿que balance hacés?
--Son muy importantes los triunfos, los resultados mandan en esto, pero es aún más importante observar el progreso del equipo. En Neuquén, mejoramos la paciencia, solidaridad, pero habíamos dejado dudas en defensa. Hoy (por ayer), evolucionamos mucho en ese aspecto, dado que sobre el final, Estudiantes tuvo que atacar con lo que pudo, ya que teníamos controlado lo que ellos proponían.
--La única variante en el esquema defensivo fue una zona 2-3 que plantaste en el segundo período. ¿Por qué?
--Fue cuando entraron La Bella y Bianco. No tenía mucho sentido seguir con el hombre a hombre, ya que son jugadores que van más para adentro. Tuvimos la mala suerte de que el primer ataque con zona, Bianco metió un triple. Parece que estamos engualichados contra Estudiantes, porque en Mar del Plata nos mataron a bombazos...
--De todas formas, era previsible que ese porcentaje iba a normalizarse.
--Sí. No le quito méritos a ellos, pero esos partidos se dan una vez al año. No erraron un solo tiro, parecía que eran bandejas en vez de tiros de tres puntos. Pero volviendo a la pregunta de la zona, Estudiantes la manejó bien... y a personal otra vez.
--Y en ofensiva, marcaron la diferencia en el último cuarto repitiendo un mismo sistema.
--Me pareció que, cuando el partido entró en un terreno donde lo táctico y lo estratégico era lo fundamental, el equipo defendió duro y allí estuvo la clave. Sabemos que de los equipos candidatos, somos el que peor defiende.
Fuente:La Nueva Provincia de Bahia Blanca

Con el alma en la boca


El encuentro comenzó mejor para Peñarol. Más suelto en ataque que el dueño de casa y con gran firmeza en defensa, los de Hernández se dispararon 8 – 0 en poco más de dos minutos, vía dos triples y un doble cerca del canasto de González. Tímido y dejando jugar al milrayita, el albo vivió un mal arranque, llegando a perder por 11, 13 a 2.

Promediando el cuarto y con los ingresos de Cecchi y La Bella, la historia fue otra. Estudiantes mostró convicción en ataque y astucia en defensa: se acopló cerca de su cilindro, le cortó el circuito en la pintura al marplatense y lo obligó a apostar por el triple, algo que no le terminó conviniendo.

La presión en el traslado fue el último ítem que necesito el anfitrión para igualar las acciones. El visitante también movió el banco, aunque sin tantos resultados como su contrincante y sin Román en cancha la opción fue la zona. Ninguno de los dos anotó en el último minuto y fue por ello que al cabo de los primeros diez el huésped cerró arriba por uno, 17 a 16.

Sin sacarse ventajas inició el segundo periodo. Peñarol mantuvo su esquema defensivo y el local, buscando a través del lanzamiento de larga distancia, no se pudo despegar. Sobre el quiebre del cuarto retornaron González y Rodríguez, pero paradójicamente en ese momento el visitante no pudo volcar la balanza a su favor.

Al contrario, el bahiense asestó las estocadas justas, y luego de un par de defensas se encontró arriba por cinco, 28 a 23. Esta ventaja se esfumó en un par de minutos producto de un buen pasaje de González, quien se cargó el equipo al hombro y lo devolvió al frente a su conjunto (33-36). En el cierre un triple de Rivero igualó las acciones, pero Jackson desde la línea le dio aire de dos unidades al milrayita al irse al descanso largo (36-38).

Como en los anteriores dos segmentos, fue el visitante el que comenzó mejor. De la mano de Jackson que se terminó de encausar dentro del rol protagónico y Rodríguez, quien aprovechó el tiro de tres que le permitió tomar la defensa rival, los marplatenses se dispararon a nueve, 47 a 38. Hasta allí llegó la brecha entre ambos equipos y a partir de ese momento se comenzó a acortar una vez más.

Levy se cargó el equipo al hombro, aprovechando el doble marcaje hacia Nelson. Cuando el panameño sintió el rigor de la defensa, el americano se hizo presente, y cuando la pintura se congestionó la mano de Cangelosi llevó la solución. Bahía Blanca Estudiantes se transformó totalmente en ese lapso. De ser un equipo que dejó jugar, con el cuchillo entre los dientes impuso su ritmo y le devolvió la paridad al tanteador (parcial de 12-1, 50 a 48).

A pesar de esto, Peñarol logró cerrar el periodo una unidad por encima de su rival, e ingresar a los últimos diez ganando 53 a 52. Fue el turno de aparecer en escena para Johnson. El atlético jugador ex Independiente fue el par tener en ataque de Jackson, ya que González se vio eclipsado por la defensa de Nelson y las constantes ayudas de los perimetrales.

En ese tándem recayó la fórmula del marplatense para volver a ponerle paños fríos a la situación y alejarse por diez, disipando los nubarrones que nublaron el futuro milrayita, al margen del diluvio que se vivía fuera del Dr. Osvaldo Casanova (relámpagos y truenos incluidos).

Promediando el epílogo Picarelli cortó con falta antideportiva a Nelson, y la esperanza volvió a nacer para el bahiense. La decena se fue acortando, a pesar de que el conjunto de Bahía Blanca no estuvo seguro desde la línea en esos momentos (Cangelosi erró 4 libres seguidos); y apoyados en la dupla extranjera los de calle Santa Fe le fue dando nuevamente color al cotejo, con el agregado que quedaban pocos minutos por disputarse.

Al minuto final ingresaron con una distancia de tres puntos favorables a Peñarol. El cuadro de la feliz se enredó sobre los siete metros del ataque y finalmente con el recupero de Nelson el albo salió de contra. Rápidamente Rivero recibió falta y desde la línea el perimetral dejó a su equipo a una sola unidad (78-79).

El milrayita volvió a atacar, pero tuvo la misma suerte. La pelota se fue ensuciando y terminó quedando en manos de La Bella, que con 12 segundos y balón dominado salió raudo a encarar el canasto rival. En velocidad intentó penetrar carril derecho, pero al ver que era emparejado por Johnson le pasó la americana a Cangelosi, que sobre cinco metros y medio del costado izquierdo lanzó de dos.

La pelota no ingresó, pero entre dos camisetas blancas apareció la azul de Levy, que le pasó el balón a Rivero. Este, más allá de los 45 grados y sobre costado derecho del ataque albo intentó penetrar, fue doblado, se quedó sin pique y en un intento desesperado por jugar el balón, ya que no pudo concretar su intención primaria (lanzar), la revirtió sin rumbo específico y la pelota terminó saliendo por el costado.

Con 1.2 por jugarse Peñarol repuso y se terminó el partido. La ventaja quedó en manos de Bahía Blanca Estudiantes (ganó por 8 el de ida) pero este triunfo le perteneció a Peñarol. De esta forma, bahienses y marplatenses comparten la cima de la zona sur, con récord de 6-2.

Síntesis
Bahía Blanca Estudiantes (78): Pedro Franco 2, Juan Manuel Rivero 9, Juan Cangelosi 11, Jamaal Levy 20 y Ed Nelson 17 (inicial); Leonardo La Bella 7, Leandro Cecchi 9, Lucas Bianco 3 y Gerardo Barrera 0. DT: Marcelo Richotti.

Peñarol (79): Sebastián Rodríguez 15, David Jackson 22, Marcos Mata 3, Byron Johnson 14 y Román González 9 (inicial); Alejandro Diez 8, Sebastián Vega 0, Lucas Picarelli 3, Alejandro Reinick 0 y José Muruaga 5. DT: Sergio Hernández.

Parciales: 16 – 17 / 36 – 38 / 52 – 53.
Árbitros: Smith – Imosi.
Estadio: Dr. Osvaldo Casanova.
Crónica y fotos: Emanuel Niel (eniel@pickandroll.com.ar)

Emanuel Niel
www.pickandroll.com.ar

lunes, 27 de octubre de 2008

PEÑAROL FUE GIGANTE EN EL SUR


Una gran actuación ofensiva le permitió a Peñarol quedarse con un partido clave en las aspiraciones de ingreso al Super 8. El triunfo ante Independiente fue construido como hace una semana atrás en base a una ofensiva muy bien dotada, desde el perímetro con Jackson y desde el juego Interior con Román González.

El primer cuarto y el tercero fueron del local, pero los cuartos pares fueron de la visita y muchos más significativos. Sobre todo el segundo cuando lució incontenible para la defensa del rojo y marcó 32 puntos.

Peñarol se apoyó en la tarea de Román González con 23 puntos (5/8 en libres, 9/16 en dobles y 0/1 en triples) 10 rebotes, 2 tapas y 8 faltas recibidas (28 de valoración). A su lado David Jackson fue el complemento ideal con 27 puntos (5/5 en libres, 5/9 en dobles, 4/7 en triples) 2 recuperos, 5 faltas recibidas (20 de valoración). También hubo una sólida tarea de Byron Johnson que a diferencia de Mar del Plata esta vez no goleó (apenas 3 puntos) pero bajó 13 rebotes.

Por el local lo mejor fue Brice Assie con 23 pts (8/15 en dobles) y 10 reb y sobre el final entre el tercer y ultimo cuarto se encendió Moodie que había sido bien contenido el resto del partido para finalizar con 26 puntos (9/10 en libres, 4/8 en dobles y 3/5 en triples) y 5 rebotes.

Síntesis
Independiente (84): Agustín Carabajal 9, Cedric Moodie (x) 26, Federico Marín 12, Brice Assie 23, Nathan Mielke 4 (FI); Leandro Lauro 0, Jervaughn Scales 5, Martín Melo 5, Juan Levrino 0 y Pablo Heit 0. DT: Mauricio Santángelo.

Peñarol (97): Sebastián Rodríguez 7, David Jackson (x) 27, Marcos Mata 6, Byron Johnson 3, Román González 23 (FI); José Muruaga 10, Lucas Picarelli 12, Alejandro Diez 5, Sebastián Vega 4 y Alejandro Reinick 0. DT: Sergio Hernández.

Parciales: 21-18, 40-50 y 62-71.
Arbitros: Pablo Estévez y Silvio Guzmán.
Estadio: Ruca Che

domingo, 26 de octubre de 2008

EL FUTURO LLEGÓ


PEÑAROL CAMPEÓN DE LIGA JUNIOR
Se recibieron de GRANDES
El conjunto que dirige Osvaldo Echevarría se consagró CAMPEÓN DEL TORNEO PROVINCIAL JUVENIL DE CLUBES tras apabullar en la final a Obras Sanitarias por 86 a 59. Matías Ruger y Facundo Varela se destacaron dentro de un nivel bárbaro.

Domingo 26 de Octubre de 2008 | 13:44

Con una actuación sólida y casi sin fisuras Peñarol derrotó a Obras Sanitarias por 86 a 59 y se consagró campeón del Torneo Provincial Juvenil de Clubes, sumando así un nuevo trofeo a las vitrinas del club de la calle Garay y Santiago del Estero.

El inicio del segmento fue un indicio del desarrollo del partido. El “milrayitas” tuvo el pase extra en casi todos sus ataques y con una buena distribución de lanzamientos, sus tiradores encontraros los espacios necesarios para dañar la defensa del visitante a pura bomba (4/5 en el parcial). Cañete daño con rebotes, aunque se cargo de faltas-. Por Obras, sólo Pozzer anotaba (8 de los 12 del cuarto) y así la ventaja se fue acrecentando. La diferencia se estiró por más motivos, las penetraciones de Campazzo (7 pts) y la producción de Matías Ruger (9 pts), que era incontenible para los “tacheros” cada vez que jugaba de espaldas al aro. Con esa solidéz, Peñarol ganó el cuarto 29-12 y liquidó el pleito.

El quiebre total en el marcador para los dirigidos por Osvaldo Echeverria llegó promediando el cuarto, con 3 triples más, el “milrayitas” sacó 25 y Carlos Duro tuvo que pedir tiempo muerto. A la vuelta del minuto, los “tacheros” pusieron un parcial 8-2 y sumado a que Campazzo se tuvo que sentar con 3 faltas, Obras pareció volver al juego. El ingreso de Sirochisky no modificó la gran intensidad defensiva local y con 4 puntos de Ruger -la figura del encuentro- Peñarol se fue al descanso 21 arriba: 53-32.

En el tercer cuarto, Peñarol rápidamente volvió a sacar 25 de diferencia. 5 puntos consecutivos de Varela pusieron el marcador 60-35 a falta de 7:14, ante esa adversidad el banco “tachero” tuvo que volver a solicitar el tiempo muerto y cambió la base. El ingreso de Cáceres tampoco le brindó soluciones a la visita y a contrapartida, el “milrayitas” mantuvo la ventaja para comenzar a destapar el festejo. 22 puntos de diferencia, con un cuarto por jugarse, mucho para lo que fue el desarrollo. 67-45.

Los últimos diez, tuvieron a Peñarol probando con la doble base para manejar el pleito y a Obras poniendo a su base titular Fraga. Luego de 6:24 sin convertir, un triple de Varela derrumbó toda esperanza del elenco porteño. A falta de 2:00 el “negro” cambió la mediacancha , los ingresos de Reta, Engler y Gutiérrez liquidaron el partido a pura presión y doble. Un encuentro que se definió en el comienzo. La victoria final 86 a 59, jugando un partidazo de principio a fin, y coronando una campaña excelente con 26 victorias y 1 derrota (justamente frente a Obras en Vicente López sin Facundo Campazzo), un premio merecido al mejor equipo del Torneo Provincial Juvenil de Clubes.

Sintesis
Peñarol (86): F.Campazzo 12, A.Apreda 10, F.Varela 24, M.Ruger 24 y L.Cañete 5 (x) (FI); T.Sirochinsky 0 (x), M.Cerone 5, J.Reta 2, L.Mironczuk 2, B.Pesoa 2, M. Gutiérrez 0 y F. Engler 0. DT: Osvaldo Echeverría
Obras Sanitarias (59): F. Rivero 15, P. Caceres 0, A. Omar 2, L. Pozzer 17 y J. Giulietti 5 (FI); L. Eraga 6, G. Chiaruttini 9, C. Scaramuzzino 1, I. Jaskowsky 1 y L. Nicanoff 0. DT: Carlos Duro
Parciales: 29-12, 53-32 y 67-45
Arbitros: Trias, Ludueña y Rossi
Cancha: “Américo Gutiérrez”

3° y 4° puesto: Atenas 96 - Olimpia 69
fUENTE:Ciudad milrayitas

IMAGENES


PODER INTERIOR


Peñarol se recuperó rápido. La derrota del viernes ante Estudiantes de Bahía Blanca había sido un duro golpe, pero éste fue bien y rápidamente asimilado. Anoche, el “milrayitas” venció a Independiente de Neuquén, por 107 a 96, y como también perdió su invicto Estudiantes de Bahía Blanca, el equipo de Sergio Hernández se ubicó en situación expectante en la Zona Sur, cumplida la sexta fecha de la primera fase de la Liga Nacional “A” de Básquetbol.

De entrada, nomás, la conexión Román González-Byron Johnson empezó a otorgar dividendos para la causa peñarolense. Tanto, que el promocionado Brice Assie tuvo que irse más temprano que tarde al banco porque hacía agua en defensa. Entre los dos internos del local -que volvió a ejercer esa condición en el estadio de Once Unidos-, anotaron 24 de los 26 puntos de Peñarol en el primer cuarto.

Estaba claro que la estrategia apuntaba a hacer jugar a sus internos, y al respecto, más allá de la muy buena producción de Román González (28 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y 2 tapas), Johnson jugó, por lejos, su mejor partido desde que llegó al equipo de Garay y Santiago del Estero. Esa sobrecarga interior generó una superioridad manifiesta que de alguna manera marcó el posterior desarrollo del encuentro.

Durante ese cuarto de apertura y también en el análisis retrospectivo de la primera mitad, la imagen de un Peñarol muy superior en el juego no encontraba relación con lo apretado de las cifras.

Si bien en el primer cuarto el perímetro de Independiente sostuvo las aspiraciones del visitante, ninguno tenía una noche excesivamente inspirada. La explicación, entonces, llegó por el lado de una tendencia que viene mostrando este Peñarol versión 2008/09: ciertas momentos de desconcentraciones que provocan lagunas de juego pronunciadas y que le pueden hacer pagar un precio muy caro. En este partido en particular, no le costó la derrota y ni siquiera vio amenazada su victoria. Pero tuvo que trabajar hasta el final cuando pudo haberle puesto el moño al regalo mucho antes. Sobre todo, teniendo en cuenta el excelente juego ofensivo que desplegó el conjunto “milrayitas”.

Independiente tuvo como virtud no rendirse nunca en la adversidad. Cuando llegó a perder varias veces por 15 o más puntos, e incluso recibió numerosas sanciones disciplinarias (técnicas o antideportivas) que le facilitaban la resolución a su oponente. Aún así, con un gran Cedric Moodie (en una edición mejorada respecto de aquel que pasó por Peñarol en la temporada pasada), el empuje de Federico Marín -hasta que fue descalificado por dos faltas antideportivas-, y las corridas de Agustín Carabajal, el “rojo” nunca se entregó. Eso sí, en defensa, poco y nada, aunque justo es reconocer la muy buena noche del local en ataque, extrañamente inseguro con sus tiradores abiertos, pero capitalizando al máximo el juego de pases cercanos al canasto rival. Ese pase extra en la zona de la pintura casi siempre derivó en un tiro cómodo y de alto porcentaje (el local registró un 70% de eficacia en dobles, una enormidad). Y contra esos guarismos, no hay respuesta posible.

La síntesis:

Peñarol (107): P.S. Rodríguez 11, D. Jackson 15, M. Mata 14, B. Johnson 25 y R. González 28 (FI). S. Vega 2, L. Picarelli 2, A. Reinick 2, J. Muruaga 0, A. Diez 8. DT: Sergio Hernández.

Independiente (N) (96): A. Carabajal 12, C. Moodie 26, F. Marín 17 (descalificado), B. Assie 12 (x) y J. Scales 8 (FI). N. Mielke 6, P. Heit 2, L. Lauro 5, M. Melo 8, J. Levrino 0. DT: Mauricio Santángelo.

Estadio: Once Unidos.
Arbitros: Fernando Sampietro y Sergio Tarifeño.
Parciales: 26-20, 54-48 y 80-69.

Marcelo Solari

sábado, 18 de octubre de 2008

Salió caro el alquiler


En la historia de la liga (y del basquet) siempre se dio la misma premisa: el que juega mejor gana, en cualquier cancha. Y Estudiantes fue superior porque su defensa limitó hasta el extremo a Peñarol. Porque tuvo en Juan Cangelosi al hombre de la noche. Porque el Pitu Rivero tuvo un demoledor segundo tiempo, porque el pibe Leo LaBella condujo los hilos del final como si fuera un experimentado. Finalmente también porque Peñarol todavía no tiene claro muchas de las cosas que quiere, y si lo sabe, no sabe cómo.

El inicio lo encontró mejor a Estudiantes. La idea táctica de Richotti fue rodearlo a Román en el poste bajo y negarle la posible descarga. En los primeros avances González buscó sin suerte el aro rival y la ofensiva se ensució un poco. Ed Nelson, en cambio recibió el balón y produjo en ataque con efectividad. Así Estudiantes sacó un ventaja inicial (6-11)

Con Mata ganándole el duelo a Lucas Bianco y Cangelosi con Jackson goleándose mutuamente el partido se hizo vertiginoso desde los perimetrales. El gran duelo de pivotes, por un momento, entró en una meseta y Ed Nelson con Román González se anularon mutuamente.

Sorprendió el técnico de Peñarol Sergio Hernández quién detrás de un pedido de tiempo muerto (15-21 a falta de 3:47) ordenó una zona 2-3. Fue la primera vez que Peñarol recurrió a una defensa alternativa jugando como local en lo que va de la temporada.

Peñarol insistía con penetraciones buscando lastimar el juego interior hasta que Tato Rodríguez tomó el primer triple de su equipo para achicar distancias (21-26). Un par de recuperos en la primera linea no le dio la chance de correr pero Peñarol tuvo una virtud divina: no perdió la paciencia en el peor momento y se acercó a 23-26 al cierre del primer cuarto.

En el segundo parcial se encendió David Jackson y con un par de acciones individuales de su sello empató el partido en 30. Desde entonces el juego fue equilibrado en su desarrollo y en el tanteador. Se prestaron la delantera hasta el cierre del primer tiempo.

Leandro Cecchi entró para frenarlo a Jackson (y cumplió) mientras que Jamaal Levy tomó licencias ofensivas ante Alejandro Diez, aprovechando su mayor velocidad.

Desde la mitad del segundo segmento, Hernández probó con su equipo más defensivo en cancha, Picarelli, Muruaga, Mata, Ale Diez y Reinick. El técnico de Estudiantes le contestó mandando a Nelson al campo pero el pivote ya no respondió como en el principio. El reingreso de Levy tampoco le trajo soluciones a su juego interior.

En el inicio del complemento el albo sorprendió con una defensa zonal que lo complicó a su oponente (47-49 a falta de 5.00). Ambos equipos atacaban con sus perimetrales. El Oveja le puso tres tiradores a la zona: Tato, Muruaga y Jackson y un triple del foráneo lo dejó arriba por uno (56-55 a falta de 2:00)

En el cierre del tercer cuarto la “gran” diferencia la hizo Juan Manuel Rivero que con dos triples suyos primero empató el partido y luego sacó una diferencia de tres para ingresar al segmento final (58-61).

En el último cuarto la defensa de Estudiantes se cerró muy bien en el juego interior y Peñarol no encontró huecos para filtrar un tiro cómodo. Forzó casi todas las acciones ofensivas. El Oveja rotó mucho el banco en la búsqueda de encontrar a un “hombre con gol” hasta que un doble rebote ofensivo de Estudiantes en la misma jugada lo obligó a pedir minuto (60-65 a falta de 7:10).

Al salir del minuto Barrera tomó otro rebote ofensivo más peleando la posición (no saltando) y el entrenador lo sacó a Ale Diez para que lo tome Marco Mata jugando como ala pivote.

El partido comenzó a sellarse definitivamente a falta de 4 minutos, cuando encerrado contra un costado, limitado por el tiempo, Juan Manuel Rivero le tiró por encima de la cara a David Jackson (y saltando para atrás) para convertir un triple decisivo (62-70). Una especia de puñal que dejó heridas imposibles de cerrar.

El Milrayitas fue a buscar la heroica y con un triple de Jackson achicó a cinco, pero La Bella tuvo un cierre de juego excepcional. Mientras que el base titular de Estudiantes, Pedro Franco, fue más vertiginoso durante el partido, el pibe La Bella frenó al equipo y le dio mucha conducción en el cierre. Un complemento perfecto.

A los ponchazos Peñarol quería descontar, se puso a 4 con un triple de Mata (68-72). Allí metió el último doble cambio de la noche. Preocupado por La Bella Hernández ordenó el ingreso de Picarelli por Tato Rodríguez y volvió Román González cuando restaban 2:45.

Pero la historia estaba vestida de blanco. Un doble de Levy con una exquisita asistencia de La Bella y un triple del jugador del partido llevaron la distancia a 9 (68-77) cuando restaban dos minutos. Desde allí la virtud de Estudiantes fue cuidar esa distancia, darle la pelota a las manos seguras de sus compañeros, recibir las faltas y cobrarlas en la línea. Es decir, cerrar la faena de un partido jugado con mucha inteligencia.

Peñarol cerró el juego sin Byron Johnson (jugó apenas 15 minutos en el partido), sin Tato Rodríguez y Román entró faltando dos minutos y medio. Tiene un equipo para defender y otro para atacar pero ninguno de los dos es completo. Y a río revuelto, ganancia del Albo.

Síntesis

Peñarol (78): Sebastián Rodríguez 10, David Jackson 21, Marcos Mata 8, Byron Johnson 8, Román González 19 (FI) Lucas Picarelli 0, José Muruaga 4, Alejandro Diez 5, Alejandro Reinick 3. DT Sergio Hernández

Estudiantes (86): Pedro Franco 0, Lucas Bianco 4, Juan Cangelosi 29, Jamaal Levy 12 y Ed Nelson 17 (FI). Leo La Bella 3, Juan Manuel Rivero 17, Leandro Cecchi 0, Gerardo Barrera 4. DT Marcelo Richotti

Parciales: 23-26, 39-40
Árbitros: Diego Rougier – Jorge Chávez
Estadio: Once Unidos

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

lunes, 13 de octubre de 2008

IMAGENES

Copa David:Jackson otra vez el goleador


El partido, por la 4º fecha de la fase regular de la Zona Sur, ante El Nacional de Monte Hermoso en un principio parecía bastante fácil para Peñarol, que a pesar de haberse quedado con la victoria por 76 a 71 tuvo que luchar mucho, sobre todo en la segunda mitad con la buena defensa zonal que le impuso su rival.

El partido tuvo un inicio parejo, ninguno de los dos equipos demostraba, pero de a poco Peñarol fue entrando en juego y sacó una diferencia de 10 puntos (22-12) gracias al buen juego interno de Román González y una dura defensa que marcó el local para terminar el primer cuarto arriba por 27-16.

Ya en los segundos diez minutos, un parcial de 12-2 para el conjunto que dirige Juan García le dio la posibilidad al equipo de volver nuevamente al juego y complicar al local. El mejor de la visita en este cuarto fue Fabían Sahdi autor de 8 puntos (2 de 2 en triples, 1 de 1 en dobles y 2 asistencias hasta la primera mitad). También aportaron en el visitante Dionisio Gómez con 12 puntos y Ralph Holmes con 8, hasta ese momento. Por el lado del “Milrayitas” los puntos llegaron desde la zona, con Román González y Byron Johnson y se fue al descanso largo ganando por uno (40-39).

A partir de allí el partido cambió y El Nacional fue superior en su juego aunque en el marcador ganaba por uno o dos puntos el conjunto local, que perdió balones en la primera línea de pases debido a la buena defensa zonal que le aplicó su rival, por ello los dirigidos por Sergio Hernández se inclinaron al juego exterior, pero sin fortuna, ya que erraron muchos de sus tiros (9/22). El único que anotaba era Román González que cuando recibía la pelota podía superar la marca debajo del tablero.

Con el marcador a favor de El Nacional comenzó el último cuarto, el juego seguía parejo, Peñarol no encontraba como atacar de manera efectiva y parecía que su rival se iba a llevar el triunfo. Pero faltando muy poco para el cierre del partido, el conjunto visitante cometió algunos errores que le permitieron al “Milrayitas” lograr la diferencia justa para quedarse con la victoria por 76 a 71.


Síntesis:

Peñarol (76): Sebastián Rodríguez 3, David Jackson 21, Marcos Mata 4, Byron Johnson 8 y Román González 15 (FI) Lucas Picarelli 3, Alejandro Diez 4, Alejandro Reinick 4, José Muruaga 14 y Sebastián Vega 0. DT: Sergio Hernández.

El Nacional (MH) (71): Fabián Sahdi 13, Ralph Holmes 17, Sebastián Castiñeira 2, Dionisio Gómez 17 y Donzel Rush 8 (FI) Santiago González 4, Alexis Elsener 0, Ramiro Heirich 3, Facundo Venturini 5, Gastón Torre 2. DT: Juan García

Parciales: 27-16, 40-39 y 59-62

Arbitros: Marcelo Latorre y Juan Fernández

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”
Fuente:marcadeportiva

sábado, 11 de octubre de 2008

SIN OPOSICIÓN


Gimnasia de Comodoro hizo lo que pudo con lo que tenía pero no fue rival para Peñarol, que con un rato de intensidad, sacó 20 puntos y los mantuvo por el resto del partido. En Gimnasia a la ausencia de Romero se le sumó Buchanan que se lesionó por la mañana y no jugó.

El partido se resolvió en el segundo cuarto, agotando la paridad y la sorpresa que había en el juego. La contundencia de Peñarol fue de menor a mayor y cuando la tuvo, sacó una diferencia que le permitió sobrellevar el resto del partido.

No es peyorativo del trabajo del Gimnasia de Comodoro, pero a las limitaciones del equipo patagónico se le sumaron la ausencia ya sabida de Diego Romero y en la mañana del partido una contractura en el aductor lo dejó afuera al extranjero Gary Buchanan.

“Vamos con lo que tenemos” se dijeron los muchachos de Gimnasia. Y la oposición duró lo que dura dos “peces de hielo en un whisky on the rocks”. Como salió Germán Sciutto con la mano caliente metió tres de tres en triples, uno de Diego Alba y uno de Nicolás Ferreyra, su equipo un poder de fuego increíble desde el perímetro (5/6).

Aún con todo este gol, Gimnasia lo único que logró fue llevar como podía el primer cuarto. Román González se encargó de Jimmy Boston y Peñarol le puso mucho énfasis a la línea de pases. No permitió que la pelota entrar a su zona pintada. Así solo el gol desde afuera salvó a Gimnasia.

En tanto Peñarol de apoco se sacó de encima la modorra con que empezó el partido (es notable como cambia el grado de concentración cuando Peñarol no juega con Quilmes). Calentó motores lentamente y Tato Rodríguez hizo un agujero en la defensa de gimnasia (11 pts 100% de efectividad). Apareció Román González con tres dobles y Peñarol tomó la delantera hasta el 27-21 del primer cuarto.

Y lo inevitable llegó. La pregunta era lógica: si Gimnasia no metía la pelota en la pintura ¿Cuánto duraría su efectividad en triples? Imposible sostener un partido así. El equipo de Casalánguida erró los dos primeros triples y rebote en mano Peñarol comenzó a correr el contraataque. Sumó un par de recuperos en la primera línea y Gimnasia se desdibujó por completo.

El partido se definió casi por completo en el final del primero tiempo. Hubo una ráfaga de tres triples consecutivos (dos de Marcos Mata y uno de José Muruaga), Además un doble con falta incluida de Muruaga (indetenible para la defensa perimetral del Gimnasia) llevó la ventaja a 22 puntos: 54-32.

La dupla extranjera de Peñarol con Byron Johnson y David Jackson aportaron en defensa y ataque, los tiradores estaban efectivos, los pivotes determinante y Gimnasia sin gol. Un resumen como para cerrar la noche. Pero quedaba un tiempo.

El conjunto patagónico ganó el segundo tiempo 39-35, pero lo hizo en virtud de un rival que aflojó su intensidad. Sergio Hernández dispuso jugar el tercer cuarto con muchos de minutos para Lucas Picarelli, Alejandro Diez, Alejandro Reinick y mecharlo con los titulares. Fue el mejor partido de Reinick desde que llegó a Peñarol (9 pts 4/4 en dobles). Anduvieron bien las penetraciones con descarga de las que sacó mucho provecho.

Una falta antideportiva a Román González acercó un poco en el tanteador a Gimnasia pero era tal la superioridad de Peñarol que miró el tablero y volvió a apurar las diferencias. Como si las manejara. Así sacó una máxima de 71-49.

Al pivote Jimmy Boston le costó encontrar un hueco, algún resquicio por donde progresar ofensivamente y su equipo quedó supeditado en lo que dieron sus perimetrales. Sciutto, Mariano Franco, Nico Ferreyra fueron llevando las alternativas goleadoras de su equipo. El partido tuvo un último cuarto solo para cumplir.

Síntesis
Peñarol (89): Sebastián Rodríguez 13, David Jackson 13, Marcos Mata 10, Byron Johnson 12 y Román González 9 (FI). Alejando Diez 4, José Muruaga 12, Sebastián Vega 3, Matías Ruger 0, Facundo Campazzo 2, Lucas Picarelli 2, Alejandro Reinick 9. DT: Sergio Hernández.

Gimnasia (CR) (71): Diego Alba 10, Nicolás Ferrerya 14, Germán Sciutto 17, Bruno Ingratta 1 (x) y Jimmy Boston 12 (FI). Sebastián Morales 5, José Alessio 2, Mariano Franco 10, Hernán Schneider 0. DT: Nicolás Casalánguida.

Parciales: 27-21, 54-32 y 72-51.
Árbitros: Alejandro Chiti y Fabricio Vito.
Estadio: Polideportivo Panamericano (1500 espectadores).

jueves, 9 de octubre de 2008

"Soy uno más de la tribuna"


Luego del triunfo en el clásico de Mardel, González cuenta su pasión por Peñarol y la pica con Quilmes.
JORGE SIERRA | jsierra@ole.com.ar

Hay feeling declarado. Lejos quedaron los inicios de Román González en Peñarol, en los que el pivote enfilaba para el vestuario no bien sonaba la chicharra del final y evitaba el rito del saludo grupal. También es historia la mirada de reojo y desconfiada de los hinchas milrayitas, exigentes como pocos con las figuras. Hoy, nueve clásicos y una temporada liguera después más un trofeo de la Liga de las Américas en las vitrinas, hay romance. Y festejos alocados post triunfo ante Quilmes (85-73): "Ya soy uno más de la tribuna, la gente te lo hace vivir así. Se desató una locura en el final, fuimos locales de nuevo con el 75% de las tribunas a favor", gozó el Chuzo y prendió la mecha sobre la supremacía de hinchas de un lado y otro.

La siguiente respuesta tuvo a un González recargado. "Voy 8 a 2 en clásicos (NdeR: es 7 a 2), una alta efectividad, ¿no? Y éste fue uno de los que más festejé porque lo necesitábamos ya que el equipo no venía en un gran momento, perdimos el último partido con Quimsa en la Copa Argentina y también con Boca en el arranque de la Liga. Pero este equipo tiene mucho huevo y corazón y, por lo tanto, hay que festejar". La onda positiva que existe entre el gigante y los hinchas de Peña, por carácter transitivo tiene su rechazo entre los de Quilmes. El flanco predilecto del Cervecero es el "Gordo", a pesar de que el nacido en Lanús y medalla de bronce en Pekín luce con unos cuantos kilos menos que en épocas anteriores. Así es que cuando un doble da para el festejo, Román lo grita a full de cara a la hinchada rival.

-¿Por qué ganaron?

-Defendimos muy bien, terminamos el tercer cuarto algo atolondrados porque ellos fueron "a la carga Barracas", les salieron las cosas muy bien pero empezamos el último cuarto muy fuertes de la cabeza para llevarnos el juego. Respondimos ante la adversidad. Ahora lo importante es tratar de entrar al Súper 8. Jugamos de local (hoy vs. Gimnasia) y debemos sumar para estar arriba.

IMAGENES

Lo ganó con un par de Ases



Fue otra fiesta del básquetbol. Mucha emoción en un clásico que fue mejor jugado en el ganador que en el perdedor. Peñarol puso el basquet y Quilmes el corazón. La razón indica que el que juega mejor gana.

Acaso haya sido la mejor producción de Peñarol en lo que va de la 2008/09. Un gran juego de pases, distribución del balón no solo rápida, sino efectiva. Con rompimientos, generando espacios, doble marca y descarga al tiro limpio o una segunda penetración libre. Hizo uso y abuso de las cortinas, salieron bien los tiradores. Hacía rato que Peñarol no demostraba por un buen rato que puede jugar así.

Lo hizo además en el marco del partido ideal. Porque la gente de Quilmes se volcó masivamente a la cancha invitado por la esperanza del último clásico y que la actualidad les sonreía. Pero al cervecero no le salió nada de lo bueno que venía haciendo. Por defectos propios y por méritos de una defensa milrayitas muy eficaz.

Antes del repaso cronológico del partido es bueno destacar algunos aspectos importantes que fueron el eje del partido.

* Hernando Salles esta muy rápido, muy explosivo, y en un buen momento, pero por querer resolver con mucho de su talento, logra confundir…. a sus compañeros. Se ha vuelto impredecible hasta para los de su propio equipo. Esto a veces sale bien (como contra Lanús), pero cuando un base no se asocia el equipo pierde el rumbo.
* Tato Rodríguez alternó buenas con malas, no dio todo el juego que puede (solo 3 asistencias), perdió muchas pelotas (6), pero metió los sablazos de tres puntos en momentos más que oportunos. Estas cosas marcan diferencias
* Siendo el mejor juego de Peñarol en la temporada, sufrió 10 minutos de bache y se le terminó la ventaja y las ideas. Esta Liga será así: no da respiro. Quilmes lo alcanzó empujando. Solo empujando.
* Fue dicho: si Quilmes no gozaba de puntería perimetral no podía ganar: 5/16 (31%).
* Román González y David Jackson juegan en Peñarol

El primer cuarto fue de Peñarol con mucha diferencia. Una verdadera demostración de basquet eficaz, explosivo. Un violín.

Peñarol sacó una luz inicial de 9 (8-17) con el 100% de eficacia en sus ataques. Increíble pero no erró ninguno de sus primeros 8 avances (doble de Tato, triple de Jackson, doble de Mata, dos dobles de Byron y tres dobles de Román). Quilmes se sostuvo en Cowan (8 pts) pero cuando se fue a sentar, no hubo más gol en su equipo. El primer cuarto lo ganó el milrayitas 14-26 tirando 9/9 en dobles y 1/2 en triples, en cambio el cervecero forzó todas las situaciones, lanzó muy mal al canasto y terminó los primeros 10 con 7/18 de cancha.

En el segundo cuarto la diferencia se hizo máxima (18-37 a falta de 5.00) después de una falta técnica que le bajaron a Salles por protestar. Quilmes estaba a la deriva y casi perdiendo por 20.

Otra vez su banco de suplentes sacó la cara por el equipo, pero esta vez no con gol sino con oficio, con entrega, ajustando la defensa, raspando, peleando. Como Pepe Muruaga entró con el aro torcido (0/4 en triples en el segundo cuarto) Quilmes tuvo rebote y 5 puntos de Maciel y 4 de Nicolás Romano lo acercaron a 10 al final del primer tiempo (31-41).

De todos modos ese cierre de segmento (13-4) fue vital para que el cervecero creyera en sus propias fuerzas. En el segundo tiempo siguió con la receta de ponerse muy duro en la marca de la primera línea y negó el pase interior que tanto lo lastimó en el primer tiempo. Román González ya no recibió o lo hizo muy incómodo.

El pivote empezó a forzar las situaciones, con encerronas de hasta tres oponentes. Los jueces como ocurren habitualmente en un partido de tanta fricción, cobran las que no son para manejar el partido y se pierden otras tantas. En el río revuelto la ganancia fue de Quilmes que empardó el partido y pasó al frente 54-52 por primera vez, con un parcial extendido de 36-15 en 10 minutos.

Cuando peor estaba, Peñarol fue sostenido por David Jackson. El escolta foráneo hizo 9 puntos en el tercer cuarto y con su individualidad mantuvo a todo Peñarol de pie, cuando su ofensiva no podía progresar como equipo.

El partido se decantó en el último parcial a favor del equipo que más juego asociado propuso. Además tuvo a los dos jugadores “distintos” que marcan diferencias. Con el juego 68-70, Peñarol recuperó una pelota y Jackson clavó un triple sobre la marca para darle 5 de luz a falta de 3 minutos.

Faltaba mucho pero fue un mazazo que mató al cervecero. El equipo del cabezón De la Fuente no supo reponerse de ese golpe y sobre todo cuando salió a buscar el partido lanzó 1/7 en triples en el parcial final.

De otro lado, inmediatamente después, Román Gonzáles ganó contra tres, metió un doble con falta y convirtió el adicional (70-78) a falta de dos minutos. Asunto liquidado.

Quilmes perdió la poca línea que le quedaba y tiró una presión toda la cancha no por convencimiento sino por desesperación. Peñarol tuvo aplomo para sortear la presión, romperla con pases y abrió la diferencia con apariciones fantasmales por las espalda de la defensa quilmeña.

El cervecero terminó dejando una imagen opaca, confundido, y que no se corresponde a un equipo que logró levantar 19 puntos en contra en un clásico y pasar al frente en apenas 10 minutos. Quilmes es puro corazón y hace mucho que no tiene un equipo de temple tan firme. Pero todavía le falta juego y definir que quiere hacer con Wade, que las mete en el entrenamiento y no las tira en el partido.

Peñarol se subió a la montaña rusa de los festejos. Los jugadores se debían a si mismo una alegría semejante. Después del último clásico, de no poder ganar la copa Argentina, del comienzo con derrota en La Boca, una actuación así es reivindicatoria y necesaria. El milrayitas suele usar el clásico de trampolín, una costumbre que no deja de festejarse.

Síntesis
Quilmes (73): Hernando Salles 10, Pablo Gil 16, Tiras Wade 14, Jaz Cowan 18 y Ezequiel Dentis 6 (FI), Pedro Calderon 0, Nicolás Romano 4, Maximiliano Maciel 5, Esteban López 0 y Dragan Capitanich 0. DT Esteban De la Fuente

Peñarol (85): Sebastián Rodríguez 15, David Jackson 26, Marcos Mata 4 (x), Byron Johnson 12 y Román González 19 (FI), Lucas Picarelli 0, Alejandro Diez 2, José Muruaga 7, Sebastián Vega 0 y Alejandro Reinick 0.DT Sergio Hernández

Parciales: 14-2, 31-41, 56-58
Árbitros: Settembrini – Batista
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (5500 espectadores)

Fotos: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

sábado, 4 de octubre de 2008

SE ESCAPO POR POCO


Boca Juniors sacó adelante un partido chivo y complicado. Los xeneizes no la pasaron bien ante Peñarol. Se vieron abajo por una máxima de 10 puntos en el segundo cuarto, pero con un interesante cierre de partido y un fallo de otro planeta cantaron victoria por 82-78.

Para el local era un encuentro en donde había muchas cosas en juego. Debía demostrarse a si mismo que podía superar a un candidato y que al mismo tiempo intentaba comenzar con el pie derecho ante su público una nueva edición de la Liga Nacional.

Por el lado de Peñarol la situación no era muy diferente. Tenía que hacerse fuerte en La Boca y ganar para llegar afilado al clásico de la próxima semana.

El partido ofreció muchas cosas. Hubo fricción, protestas y buen básquet. Boca y Peñarol animaron un partidazo, que por momentos tuvo clima de playoffs.

La visita se mostró mejor desde el arranque. Sebastián Rodríguez llevó las de ganar ante la marca de Raymundo Legaria y mediante penetraciones puso en ventaja a su equipo. También fueron positivas las decisiones que en el poste bajo tomaron Byron Johnson (6 puntos) y Román González (6)

Boca reaccionó cuando Oscar Sánchez movió el banco. Con los ingresos de Alejandro Alloatti (6) y Nicolás Aguirre al local le cambió la cara y pasó al frente con un bombazo del base (19-17).

En un primer cuarto jugado a todo ritmo, los marplatenses no se quedaron de brazos cruzados. Peñarol lo empató en 19 y en la última jugada del chico David Jackson clavó un triple para el 22-19.

El segundo cuarto fue mucho más intenso; aunque se dividió en dos partes. Los primeros cuatro minutos fueron propiedad exclusiva de Peñarol; mientras que el resto le correspondió a Boca.

Con Román González como generador de juego la visita se sintió cómoda e impuso el ritmo. El pivot colocó cortinas, cantó jugadas, ordenó al equipo, aportó puntos y bajó rebotes. A Román no le quedó nada por hacer y Peñarol marcó el camino para distanciarse por 28-22. El buen momento milrayitas se completó con un formidable pasaje de Tato Rodríguez y Jackson que colaboraron para llevar la ventaja a 10 puntos (35-25).

Boca lució perdido tanto en ataque como en defensa. Al xeneize no le salió una bien y se vio en problemas. La turbulencia llegó a su fin cuando a falta de 6:17 Román González fue al banco a tomar un descanso. A partir de ahí el rumbo del partido sufrió un vuelco de 180 grados.

Peñarol se nubló y se quedó sin ideas, empezó a perder pelotas y la defensa no tuvo intensidad. Boca se potenció y fue por más. Mucha defensa y control de los rebotes para imprimir un parcial de 10-0 para igualar en 35.

Los marplatenses sufrieron una sequía de 5 minutos. Nada los salvó; aunque sobre el cierre, con el regreso de González, dos buenas acciones en ataque le dieron ventaja de 42-38.

Al regresar al partido las tácticas variaron. Boca apostó por el juego interno y abasteció a Gabriel Fernández; mientras que Peñarol se la jugó por el acierto de los perimetrales.

Con Rodríguez y Jackson, Peñarol siempre estuvo al frente y se sintió en ganador cuando González volvió a ser determinante cerca de los canastos. La visita se distanció por 56-50 y tenía el partido bajo control, pero no fue así.

Fernández, que había hecho poco en el partido, se encendió y tuvo un cuarto de novela. El interno (11 en el chico) lastimó con ganchitos a pocos metros del aro y creó una interesante sociedad con Anthony Johnson (6). Boca, lentamente, fue limando la diferencia hasta que con cuatro puntos al hilo de Fernando Calvi lo dio vuelta y se vio arriba por 61-59.

La defensa de Boca fue creciendo en volumen. Jackson perdió intensidad y no sumó; mientras que la defensa de Peñarol fue muy floja y dejó muchas grietas. El local sacó rédito y cerró un parcial de 13-1 para tomar las riendas del choque (63-59).

El partido fue tomando mayor temperatura. Boca sumó pérdidas de balón que fueron bien capitalizadas por la visita que quedó un punto por debajo (66-65).

Pero a falta de 6:11, con Boca arriba por 68-65, el partido se desvirtuó. Sergio Hernández protestó un cambio en la mesa de control y los jueces sin dudar le pitaron una técnica. Fue un fallo muy polémico que marcó el rumbo del encuentro. Boca dijo gracias y facturó por partida doble. Anotó dos libres y en la reposición hundió un triple. Cinco puntos al hilo y arriba por 73-65.

Peñarol acusó el golpe; aunque no bajó los brazos. Intentó con Byron Johnson, pero el foráneo estaba peleado con el aro. De todas formas Jackson sacó la cara por la visita y con triples encendió la ilusión ante un Boca que no lo supo liquidar en el momento adecuado.

Una corrección de Marcos Mata dejó el marcador en 80-78 para Boca a falta de 11 segundos. Sánchez pidió minuto para armar el ataque. En la reposición el local perdió el balón y cuando se venía la bandeja de Alejandro Diez para estampar el 80 iguales, de la nada, como un rayo, llegó Alejandro Alloatti para imponer su físico y colocar una tapa que valió la victoria. Johnson, que no parece el mismo de Independiente, demostró estar en otra al llevarse la pelota por delante con la rodilla. El local repuso y Fernández lo sentenció con dos libres para el primer festejo de la 208/09.

Síntesis

Boca Juniors (82): Raymundo Legaria 0, Marcos Casini 4, Anthony Johnson 15, Gabriel Fernández 19, Mark Bortz 4 (FI), Alejandro Alloatti 10, Nicolás Aguirre 18, Fernando Calvi 6 (x), Leandro Masieri 6. Entrenador: Oscar Sánchez.

Peñarol (78): Sebastián Rodríguez 17, David Jackson 20, Marcos Mata 8, Byron Johnson 10, Román González 18 (FI), Lucas Picarelli 1, Sebastián Vega 0, Alejandro Diez 2, José Muruaga 0, Alejandro Reinick 2. Entrenador: Sergio Hernández.

Parciales: 19-22, 38-42 y 63-61.
Árbitros: Daniel Rodrigo y Oscar Brítez.
Estadio: Luis Conde(fuente pickandroll)
lOS ARBITROS PERJUDICARON A PEÑAROL
Fui a ver Boca-Peñarol, gran marco de público, no deja de sorprender el acompañamiento de la gente marplatense. Parejito el partido hasta que un fallo equivocado del árbitro Oscar Anibal Britez casi que determinó el rumbo del juego: Falta técnica a Sergio Hernández, desde una distancia de 15 metros (los periodistas estábamos más cerca y la vimos clarita) porque se supone interpretó un insulto del DT a la mesa de control. Hernández, en verdad, estaba retando a Marcos Mata por no haber pedido el cambio a tiempo. Britez la pifió feo justo con uno de los entrenadores que menos protesta (salvo evidencia notoria) de la competencia. Mucho peor fue la reacción de Oveja, quien ninguneó a Britez y dirigió sus reclamos (fuertes esta vez) a Daniel Hugo Rodrigo, quien trató de apagar el incendio que generó su colega.

Uno entiende que es complicado pitar en la LN y que, digamos, de 70 fallos hay 69 que protesta el público, 65 los entrenadores y 63 los jugadores, más los gestos con la carita, las charlas, los reclamos a la pasada, los brazos abiertos, la puteadita por lo bajo, el clásico “cobrá acá igual que allá”, la palmadita sobradora, etc., etc. Pero, por todo esto, se puede exigir un poco más a la mayoría de los “grises”: que busquen imitar a Pablo Estevez, a Fernando Sampietro o Alejandro Chiti, de los actuales, o a un Petete García, Jorge Rubinsztein, el Mono Eduardo Alagastino o el Loco Gómez (pre-LN, QEPD) que dejaron huella, porque además de sus condiciones técnicas tenían personalidad para colgarse el pito y que no les pierdan el respeto(fUENTE Marcelo Nogueira.doblemblog)

viernes, 3 de octubre de 2008

COMIENZA UNA NUEVA ILUSIÓN


El partido de la fecha. Dos de los últimos cuatro finalistas de la Copa Argentina que se cruzan en un duelo que se será apasionante a los largo de toda la liga. El último duelo entre ambos tiene apenas 6 días en el tiempo cuando Peñarol se impuso 88 a 80.

Las circunstancias desde entonces no han cambiado mucho. Ahora Boca es local, un estadio que no brindó las máximas garantías para su anfitrión en la temporada pasada (récord 19-5) busca erigirse como bastión para construir la presente campaña. El técnico Oscar Sánchez siempre gusto de buenas localías. ¿Podrá Boca desde hoy, ante un adversario tan jerarquizado edificar una imbatibilidad en la bombonerita?

En el lado de Boca la mayor preocupación pasa por Raimundo Legaria que sale de una contractura cervical que lo tuvo maltrecho en la parte final de la Copa Argentina. Sin entrenarse, debió salir a la pista en el segundo tiempo del partido justamente con Peñarol el sábado pasado. Legaria jugó 10 minutos, no lo hizo mal pese a la inactividad y resto físico, pero le falta para estar en su condición ideal. Luego el domingo Ray jugó 14 minutos más. Con eso y los entrenamientos de la semana saltará a la cancha para vivir el duelo con Peñarol.

El resto del plantel está bien. A Carl Edwards le faltan 15 días para aparecer y a Juan Espil al menos 4 días más. De todos modos el Huevo debe estar satisfecho con Anthony Johnson que dará una mano importante en su ausencia. Cuando vuelva Edwards a jugar en Boca, Johnson es un alero para que no lo dejen ir de la liga.

Peñarol, por su parte, trae consigo un dejo de frustración por la posibilidad perdida en la Copa Argentina que por tercer año consecutivo lo deja segundo. Esto trajo como consecuencias mucho malestar. Nada nuevo en el “mundo Peñarol”. Por estas horas en realidad la dirigencia está más preocupada en saber donde se juega la final de la Copa Davis que si Byron Johnson encaja o no encaja en el equipo. El nivel de los dos bases en Peñarol no es el soñado, y será puntal para el partido de esta noche.

Marcos Mata es la gran duda. El alero se volvió a resentir de su fisura en el hombro derecho en el último partido con Quimsa y no se sabe que grado de dolor (y tolerancia) puede presentar para el juego de esta noche.

Posibles formaciones

Boca Juniors: Nicolás Aguirre, Marcos Casini, Anthony Johnson, Gabriel Fernández y Mark Bortz. DT Oscar Sánchez

Peñarol: Sebastián Rodríguez, David Jackson, Sebastián Vega, Byron Johnson y Román González. DT Sergio Hernández

Estadio: Luis Conde – Capital Federal
Hora de inicio: 21.00
Árbitros: Daniel Rodrigo – Oscar Brítez
Transmiten: La zona Pintada www.am830.com.ar, FM Premium www.premiummdq1037.com.ar, LU6 www.lu6.com.ar
Fuente:Pickandroll

miércoles, 1 de octubre de 2008

La temporada de los grandes nombres


Como cada año, una ciudad diferente de nuestro país, donde el básquetbol necesita difusión, se encarga de organizar el encuentro inaugural de una nueva temporada de la Liga Nacional. Y esta ciudad, reactivada por un Gobierno muy comprometido con el deporte, asumió el compromiso de ofrecer la mejor escenografía para el gran choque de hoy, a las 21, entre el defensor de la corona, Libertad, de Sunchales, y el multicampeón Atenas, de Córdoba.

Nada mejor que el nuevo estadio Cincuentenario, con capacidad para 4500 personas y dotado con los mayores avances tecnológicos, para enmarcar el especial encuentro entre dos equipos que son potencias, indiscutibles candidatos al título y conducidos por dos de los mejores técnicos del país, Julio Lamas, en el campeón, y Rubén Magnano, que después de una década, regresó al conjunto cordobés.

Será la apertura de una temporada que se presenta muy competitiva y atrayente por las grandes inversiones que realizaron varios clubes y por el regreso de algunas estrellas que actuaban en Europa. Aunque también parece más radicalizada que nunca entre poderosos y débiles, pues los que más dinero agregaron a su presupuesto fueron justamente los mejores, los que ya eran candidatos. Así sucedió con Atenas, que tras un cambio dirigencial decidió repatriar a Rubén Magnano y se quedó con el hombre más buscado del certamen, el talismán que genera títulos, el ala pivote Leo Gutiérrez, campeón con Olimpia, de Venado Tuerto, Atenas, Ben Hur y Boca. Además, el primer puesto en la reciente Copa Argentina, más un plantel de figuras (Bruno Lábaque, Diego Osella y Juan Manuel Locatelli) convirtieron al ganador de ocho ligas nacionales, en el favorito para repetir en esta nueva competencia.

Libertad, también con un gran entrenador, apoyado en una estructura dirigencial de primera categoría y con la misma base del año anterior (Sebastián Ginóbili, Pablo Moldú y Andrés Pelussi), se presenta con las mejores posibilidades, especialmente si no extraña demasiado la pareja de extranjeros (Laron Profit y Robert Battle), que tan buenos resultados le dio en la última temporada.

Ambos equipos, casualmente, llegaron ayer a esta ciudad con lamentos en sus declaraciones. Los de Sunchales, porque debieron abandonar su localía para cumplir con la tradición de abrir el torneo en una ciudad neutral y los cordobeses, por el escaso descanso y el largo viaje que tuvieron tras disputar tres partidos seguidos en Bahía Blanca, en la Copa Argentina, que concluyó el domingo último.

En la consideración también aparece Regatas Corrientes, ganador de la Liga Sudamericana, que sacudió el mercado con la contratación del alero Federico Kammerichs, medalla de bronce en Pekín. Los correntinos, además de un gran equipo, en el que brilla la presencia del campeón olímpico de Atenas 2004, Alejandro Montecchia, cuentan también con el invalorable apoyo de toda su provincia, ya sea por el aporte económico de la gobernación local como por el entusiasmo del público que colma noche tras noche su estadio.

Peñarol, de Mar del Plata, bajo la conducción de Sergio Hernández, completa el cuadro de los principales aspirantes a la corona. Un gran plantel, liderado por el base Tato Rodríguez y el pivote del seleccionado nacional Román González, más el empuje de la hinchada más grande y fervorosa de la Liga ponen al milrayitas bajo el compromiso de ganar un torneo que se les viene escapando por muy poco y que necesitan conseguir.

Boca Juniors, quizás en un escalón más abajo, pero esperando recuperar al lesionado Juan Espil, protagonista del regreso más rutilante del año, tratará de acomodarse entre los favoritos de la mano de otro gran adiestrador: Oscar Sánchez. Además, cuenta con un interesante plantel en el que sobresale el campeón olímpico Gabriel Fernández y en el cual la pareja de extranjeros será vital para alcanzar el mejor nivel.

Quimsa, de Santiago del Estero, con el fuerte respaldo del gobierno provincial, la llegada del coach Fernando Duró y un plantel de calidad, en el que se destacan el goleador Julio Mázzaro, el pivote Gabriel Mikulas y tres extranjeros importantes, está capacitado para luchar por los primeros lugares.

No habrá que descartar de la puja por el título de la Liga a Obras Sanitarias y a algún otro equipo que, como siempre ocurre, pueda convertirse en la sorpresa del certamen; aunque es evidente que ese lote, con una inversión menor y sin demasiadas figuras, se preocupará mucho más por mantener la categoría que por perseguir a los punteros.

De esta manera, arrancará hoy una nueva Liga Nacional. Con un panorama en el que se advierten varios jugadores con apellidos ilustres y atractivos para el público, pero también con presupuestos muy altos que pueden poner en riesgo a algunos equipos si los resultados no acompañan.



Un cambio para definir los descensosuna ciudad especial
En esta temporada, se cambiará el sistema de los descensos en la Liga. Ya no bajarán al TNA los dos últimos equipos de la tabla; ahora volverán a jugar un playoff al mejor de 5 partidos el 13» vs. 16º y el 14º vs. 15º


Una ciudad especial
Comenzará a disputarse la 25ta Liga Nacional en una ciudad que fue sede, hace justamente 25 años, de una reunión cumbre en la creación de esta competencia. Fue durante el campeonato Argentino de 1983.Coincidencia y casualidad.
Fuente:Diario La Nación

Foto:infoliga