No se ven buenos espectáculos en el cuadrangular final de la copa. Salvo la victoria de Atenas sobre Quimsa, el resto han sido encuentros con sabor a batallas. El de Peñarol y Boca no fue la excepción y se disputó como una final: como una final con más nervios que virtudes.
Peñarol apeló a contener en defensa a Mark Bortz, objetivo que logró a lo largo del todo el juego. El pivote blanco que venía de ser figura contra Quimsa, no estuvo casi nunca cómodo, recibió en malos ángulos y no gravitó. Esto le quitó a Boca el peso ofensivo en el juego interior. Con Gabriel Fernández alejado del canasto y tomando muchas más resoluciones con el aro desde lejos, Peñarol se hizo muy fuerte en su tablero.
Fue una de las claves del partido. El dominio aéreo del juego, con un Román González más activo que en el juego contra Atenas, y la ayuda que vino del banco con Alejandro Diez, por un blandito Byron Johnson.
En el primer cuarto Boca se sostuvo al frente gracias a su puntería perimetral (4/4) con dos de Fernández y dos de Aguirre, mientras Peñarol distribuyó mejor el goleo, lo repartió en varias manos y tuvo porcentajes (8/12 en dobles).
La rotación desde el banco metió el partido en un remolino en el segundo cuarto. Mientras Boca sacó muchos réditos del buen pasaje de Johnson (8 pts), Peñarol encontró el tiple que se le negaba (3/5). El partido era de mucha fricción y el primer tiempo cerró iguales en 39.
En el tercer cuarto Peñarol abrió el partido a su favor con un tremendo parcial de 29-14. Fue lo mejor de la noche de la defensa de Peñarol que además se reflejó en ataque. Vulneró la marcación individual que siempre propuso Boca, y con el tridente Román, Byron y Jackson en ataque sacó una gran diferencia. Boca apostó al regreso de Raimundo Legaria, recuperado de su contractura, y el base le dio brillo al ataque, pero fue lo único.
La distancia se abrió a 15 puntos al cierre del tercer cuarto (68-53) pero Boca no se dio por vencido. Enseguida se puso a 10 y peleó cada pelota. Dos triples de Masieri que ingresó por primera vez al campo lo pusieron en juego.
Fernando Calvi se hizo dueño de su tablero y Aguirre sintonizó por primera vez el mismo tema con Casini. La distancia se mantuvo en el orden de los 10 puntos en casi todo el segmento pero cuando se redujo a 5 (74-69) porque Peñarol apenas marcó 6 puntos en 8 minutos. Fue entonces que apreció Jackson quien clavó un triple (77-69) que pareció sentenciar el partido a falta de dos minutos.
De todos modos una falta antideportiva de Muruaga le dio vida a Boca que se puso a 4 (77-73). Allí vino la explosiva aparición final de Román González que se adueño del cierre del partido. Metió los últimos 11 puntos de su equipo cuando más lo necesitaba.
Síntesis
Boca Juniors (80): Nicolás Aguirre 9, Marcos Casini 19, Fernando Calvi 5, Gabriel Fernández 11 (x) y Mark Bortz 4 (FI), Raimundo Legaria 5, Leandro Masieri 6, Anthony Johnson 13, Alejandro Alloati 8 (x) y Juan Manuel Orellano 0. DT Oscar Sánchez
Peñarol (88): Sebastián Rodríguez 12, David Jackson 18, Sebastián Vega 6, Byron Johnson 13, Román González 22 (FI) Alejandro Diez 8, José Muruaga 6, Marcos Mata 0, Lucas Picarelli 2, Alejandro Reinick 1. DT Sergio Hernández
Parciales: 22-21, 39-39, 53-68
Árbitros: Rodrigo – Chiti y Ramallo(fuente pickandroll.com.ar)
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