sábado, 1 de noviembre de 2008

EL ONCE LE SIENTA BIEN


No sabe de complicaciones este momento de Peñarol. Viene de hacer doblete de visita y ahora despachó a Lanús sin problemas 82-64. Fue mucho Peñarol para tan poco Lanús que dejó una imagen que no se condice con lo que había mostrado. La rompió Byron Johnson.

La historia de siempre: un partido que se abre en 30 puntos (o casi 82-53) y la distancia que invita a la reflexión ¿Acaso Peñarol hizo todo eso? ¿Convirtió a Lanús en un títere que se mueve de acuerdo a lo que Peñarol quiere? o ¿Lanús jugo ese partido que no debe jugar, donde todo, todo, todo, sale mal?

Las virtudes del milrayitas fueron muchas y los desaciertos de Lanús también. Si fuera una pelea de boxeo se podría decir que Peñarol puso las manos más pesadas de la noche, las que cambiaron el desarrollo.

Lo llevó y lo peleó cuando debía pero hubo tres corridas que abrieron parciales para sacar las diferencias decisivas. Momentos de furia donde Peñarol pasó de estar igualados a sacar 10. Luego de estar 10 arriba a sacar 20, finalmente una tercera corrida para sacar 30.

En el marco de un primer tiempo muy pobre, aburrido y enredado, una figura brilló con luz propia: Byron Johnson. Fue un relojito y le puso algo básquet a la lucha inicial. El partido mejoró en el tercer cuarto y se definió muy rápido en el cuarto parcial.

Cuando comenzó todo hacía prever que la lucha de pivotes definiría la suerte del partido, Taylor comenzó dominado a Román González que atrapado y sin salida forzó todas las pelotas que tuvo. Le fue mal, perjudicó a su equipo y no se dio por vencido (su espíritu se cobraría revancha en el tercer cuarto).

Los primeros 6 minutos fueron de Lanús (11-12) pero el Oveja paró el partido con un minuto y la historia cambió. Desde allí el parcial en cuatro minutos fue 10-4 para cerrar el cuarto 21-16 arriba. Apareció Byron Johnson aprovechando todos los huecos de la doble marca a Román, tomando con 100% de efectividad sus tiros de 5 metros y liderando una ofensiva que lució apagada.

Del otro lado lo mismo pero sin Byron Johnson. Digamos ambas defensas cortaban el circuito de juego y obligaron a tomar tirios incómodos. La diferencia fue el ala pivote de Peñarol que estuvo on fire.

De todos modos, Peñarol con sus suplentes más Jackson y Johnson en cancha sacaron la ventaja que los titulares no. Extendió la defensa y Lanús careció de respuestas en el traslado con una mala noche de Ronald Ramón y Nicolás Laprovíttola, extrañando horrores a Julián Olmedo que no jugó.

Se quedó partido en dos el visitante, sin poder distribuir el balón, sin juego. Perdió siete pelotas (algunos pases terminaron el la platea) y Peñarol aprovechó para meter un parcial 7-0 y sacar 8 de ventaja (30-22) primera diferencia de la noche.

En ataque encima Lanús se volvió muy pasivo. Al no funcionar como equipo, careció de respuestas individuales. Ninguno atacó el aro. Taylor fue tomado sin poder moverse por Reinick. Los perimetrales sin espacios y todo en cámara lenta. Peñarol defendió apenas con cinco faltas en todo el primer tiempo.

En el tercer cuarto renació Román González. Acaso enojado con él mismo por el magro primer tiempo que había tenido (-1 de valoración) salió muy decidido a dar vuelta la historia y aportó una andanada de puntos en la zona interior. Se sumó Jackson y Peñarol sacó 14 (44-30) en apenas dos minutos y medio y luego 17 (49-32) a los cuatro.

Respondió Taylor que se encendió por un rato marcó una seguidilla indetenible de puntos (14) y colocó a su equipo a nueve (51-42). Pero fue lo más cerca que estaría Lanús en todo el segundo tiempo. Desde allí hubo un solo equipo ya que para Taylor no hubo compañero que pudiera anotarse con el gol.

Por un rato Diego Prego lo complicó a Jackson que jugó de alero dando más de 10 cm de ventajas ya que Muruaga estaba de escolta. Prego le anotó 7 puntos seguidos al extranjero de Peñarol, pero fue el cuento de la manta corta. Cuando Lanús logró soltar a Taylor y encontró algo de Prego, Peñarol lo goleó. El tercer segmento terminó 26-23 y la distancia se hizo de 13 (63-50) para ingresar al último cuarto.

El partido se resolvió en los primeros minutos del último parcial. El local marcó un parcial 14-0 que llevó la distancia a 27 (77-50). Lanús estuvo 5:37 sin convertir hasta que un doble de Funes rompió la sequía. El granate vivió una noche pésima en los porcentajes (lanzó 2/12 en triples en el segundo tiempo) y tuvo muy pocas segundas instancias (4 en toda la segunda mitad).

Aunque corrigió el gran caudal de pérdidas, no tuvo quien la meta y Peñarol se aprovechó hasta sacar 29 (82-53). A falta de cinco minutos el técnico de Peñarol metió un triple cambio para cerrar el partido y luego llegó el desfile de juveniles. Estaba todo cerrado. Lanús fue una sombra y Peñarol aprovechó su buen momento, jugó una gran defensa y aprovecho las ráfagas de sus jugadores para noquear al oponente. De paso se anotó para el Super 8 de Capital.

Síntesis
Peñarol (82): Sebastián Rodríguez 7, David Jackson 16, Marcos Mata 12, Byron Johnson 14 y Román González 16 (FI); Lucas Picarelli 2, Sebastián Vega 0, Alejandro Reinick 3, Alejandro Diez 5, José Muruaga 7, Facundo Campazzo 0 y Agustín Apreda 0 DT: Sergio Hernández.

Lanús (64): Ronald Ramón 10, Fernando Funes 6, Diego Prego 9, Andrés Rodríguez 8 y Terrell Taylor 21. (FI), Cesar Chaine 2, Juan Pablo Sánchez 0, Nicolás Laprovíttola 4, Sybrin Robinson 4 y Juan I. Catalana 0. DT Álvaro Castiñeira

Parciales: 21-11, 37-27, 63-50
fUENTE:PICKANDROLL.COM.AR

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