martes, 11 de marzo de 2008

El plus de una localía poderosa


Los casilleros libres van ocupándose. Peñarol va poniéndose al día y su trepada en la tabla de posiciones es evidente. Era de esperar, porque al margen de los resultados positivos que podía llegar a obtener, aún perdiendo igual iba a sumar, por lo que si alguna vez apareció entre los últimos lugares, eso en la práctica era un mero espejismo sin ningún tipo de sustento real.
Con todo, armándose como se armó, para tratar de ganar la mayor cantidad de torneos que se le presentaran, se intuía que al final del camino, cuando pudiera ponerse al día, el saldo entre victorias y derrotas iba a favorecer claramente al "milrayitas". Más allá del cansancio, de la acumulación de partidos y de los viajes. Era como que varios de los partidos especialmente los que debía jugar como local- estaban ganados de antemano. Y así sucedió a la hora de jugar. Pero en realidad, había que ganarlos. Está visto que en esta Liga Nacional nada es simple ni sencillo. Y que nadie regala nada. Los que están arriba han acumulado méritos suficientes y los que están abajo no se resignan al destino inexorable de TNA.
A Peñarol todavía le faltan dos juegos, ambos como local, para igualar la cantidad de partidos del resto del pelotón. Sus rivales serán Independiente de Neuquén (mañana) y Estudiantes de Bahía Blanca (el miércoles próximo). Dos de los seriamente amenazados por el descenso. La cuenta que se viene elucubrando desde hace un par de meses decía que, ganando una determinada cantidad de los partidos pendientes, el "milrayitas" sería el único escolta de Libertad. La proyección sigue intacta, y si los cotejos contra los dos adversarios sureños se traducen en triunfos, Peñarol quedará segundo. Acaso sin chances de pelear por el "1", que parece muy firme en manos de los sunchalenses, pero prácticamente asegurándose un sitio directo en los cuartos de final.
Consumada la victoria contra El Nacional, Peñarol hilvanó su 18º triunfo consecutivo en el Polideportivo Panamericano (Liga de las Américas incluida). Está invicto en la segunda fase y su última caída en el escenario de la avenida Juan B. Justo data del 14 de noviembre del año pasado, ante Quilmes. En lo que va de la temporada oficial (también contando Copa Argentina y Súper 8), el conjunto de Sergio Hernández sólo perdió tres partidos en su casa: el comentado ante Quilmes, otro ante Boca Juniors, una semana antes, y el cruce en el Súper 8, contra Regatas Corrientes.
En resumen, jugó 30 partidos y apenas perdió 3. Y si bien tiene casi los mismos problemas que la mayoría de los equipos para ganar como visitante, hoy por hoy, sólo quedan tres equipos invictos como local en la segunda fase. Peñarol es uno de ellos, y ese es un dato a tener muy en cuenta para lo que se viene.
Fuente:Diario Ls Capital

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