sábado, 1 de marzo de 2008

Leo & Gaby, sociedad olímpica ilimitada


Se cumplió el pronóstico de partido grande entre el campeón defensor de la LN, Boca, y el reciente coronado en la Liga de las Américas, Peñarol. Justo los que protagonizaron una final vibrante, emotiva, inolvidable, en la temporada 06/07. Y el marco, importante, porque los hinchas marplatenses son seguidores y, si en el Poli no tienen contra, de visitantes compiten mano a mano con cualquiera.

Y en la cancha Leo Gutiérrez, Gabriel Fernández, Román González, Jason Osborne, Tato Rodríguez, Junior Cequeira y Quincy Wadley. Así las cosas, se nota, ningún nene de pecho a la vista. Ah, también Sergio Hernández en el banco Milrayita. Justificaron la entrada de los que metieron la mano en el bolso.

Los árbitros fueron los únicos que no dieron la talla. Un dato justifica la opinión: cobraron cinco faltas técnicas (dos a Wadley y una a Román, Sartorelli y Piccato) y cuando eso ocurre, aunque alguna fuera justificada -no las cinco, claro- se advierte que no tuvieron la capacidad, al menos anoche, para conducir un partido que se sabía especial.

Boca, que finalmente se lo llevó 94-84, llegó a tener hasta 18 puntos de ventaja, dos veces en el tercer cuarto: a los 23m (60-42) y a los 29m30 (76-58). Pero los marplatenses se levantaron de la tumba con mucho amor propio, reaccionaron y acortaron a seis, 72-78, a los 34m, aprovechando la rotación local y la ausencia de Cequeira, el carcelero de Wadley a lo largo de todo el choque.

Boca apostó a anular a Wadley y lo consiguió. También la segunda parte del plan, frenar al grandote González, misión que cumplieron Fernández y Gutiérrez. Luego, en el ataque, los mismos Leo y Gaby se repartieron el protagonismo para que el resto sume puntos fáciles y ellos desequilibrar en la zona pintada o con bombazos.

El local fue una furia una vez que regresó del medio tiempo. Metió un parcial de 11-0 y se escapó 60-42, con Gutiérrez a pleno. Y luego le tocó el turno a Fernández, quien clavó tres triples a repetición. Peña no tiró la toalla, malherido, siguió la lucha pero no le alcanzó. Igual dejó el aviso que dentro de un mes, descansado, la cosa puede cambiar. También en Boca, para mejor, cuando se potencie con la conducción de Ray Legaria.
Fuente:diario ole

1 comentario:

JoNy dijo...

kpo muy buen blog

te paso el mio asi lo agregas a enlaces

http://milraya-pasion.blogspot.com/

pasate

nos veos