jueves, 9 de octubre de 2008

Lo ganó con un par de Ases



Fue otra fiesta del básquetbol. Mucha emoción en un clásico que fue mejor jugado en el ganador que en el perdedor. Peñarol puso el basquet y Quilmes el corazón. La razón indica que el que juega mejor gana.

Acaso haya sido la mejor producción de Peñarol en lo que va de la 2008/09. Un gran juego de pases, distribución del balón no solo rápida, sino efectiva. Con rompimientos, generando espacios, doble marca y descarga al tiro limpio o una segunda penetración libre. Hizo uso y abuso de las cortinas, salieron bien los tiradores. Hacía rato que Peñarol no demostraba por un buen rato que puede jugar así.

Lo hizo además en el marco del partido ideal. Porque la gente de Quilmes se volcó masivamente a la cancha invitado por la esperanza del último clásico y que la actualidad les sonreía. Pero al cervecero no le salió nada de lo bueno que venía haciendo. Por defectos propios y por méritos de una defensa milrayitas muy eficaz.

Antes del repaso cronológico del partido es bueno destacar algunos aspectos importantes que fueron el eje del partido.

* Hernando Salles esta muy rápido, muy explosivo, y en un buen momento, pero por querer resolver con mucho de su talento, logra confundir…. a sus compañeros. Se ha vuelto impredecible hasta para los de su propio equipo. Esto a veces sale bien (como contra Lanús), pero cuando un base no se asocia el equipo pierde el rumbo.
* Tato Rodríguez alternó buenas con malas, no dio todo el juego que puede (solo 3 asistencias), perdió muchas pelotas (6), pero metió los sablazos de tres puntos en momentos más que oportunos. Estas cosas marcan diferencias
* Siendo el mejor juego de Peñarol en la temporada, sufrió 10 minutos de bache y se le terminó la ventaja y las ideas. Esta Liga será así: no da respiro. Quilmes lo alcanzó empujando. Solo empujando.
* Fue dicho: si Quilmes no gozaba de puntería perimetral no podía ganar: 5/16 (31%).
* Román González y David Jackson juegan en Peñarol

El primer cuarto fue de Peñarol con mucha diferencia. Una verdadera demostración de basquet eficaz, explosivo. Un violín.

Peñarol sacó una luz inicial de 9 (8-17) con el 100% de eficacia en sus ataques. Increíble pero no erró ninguno de sus primeros 8 avances (doble de Tato, triple de Jackson, doble de Mata, dos dobles de Byron y tres dobles de Román). Quilmes se sostuvo en Cowan (8 pts) pero cuando se fue a sentar, no hubo más gol en su equipo. El primer cuarto lo ganó el milrayitas 14-26 tirando 9/9 en dobles y 1/2 en triples, en cambio el cervecero forzó todas las situaciones, lanzó muy mal al canasto y terminó los primeros 10 con 7/18 de cancha.

En el segundo cuarto la diferencia se hizo máxima (18-37 a falta de 5.00) después de una falta técnica que le bajaron a Salles por protestar. Quilmes estaba a la deriva y casi perdiendo por 20.

Otra vez su banco de suplentes sacó la cara por el equipo, pero esta vez no con gol sino con oficio, con entrega, ajustando la defensa, raspando, peleando. Como Pepe Muruaga entró con el aro torcido (0/4 en triples en el segundo cuarto) Quilmes tuvo rebote y 5 puntos de Maciel y 4 de Nicolás Romano lo acercaron a 10 al final del primer tiempo (31-41).

De todos modos ese cierre de segmento (13-4) fue vital para que el cervecero creyera en sus propias fuerzas. En el segundo tiempo siguió con la receta de ponerse muy duro en la marca de la primera línea y negó el pase interior que tanto lo lastimó en el primer tiempo. Román González ya no recibió o lo hizo muy incómodo.

El pivote empezó a forzar las situaciones, con encerronas de hasta tres oponentes. Los jueces como ocurren habitualmente en un partido de tanta fricción, cobran las que no son para manejar el partido y se pierden otras tantas. En el río revuelto la ganancia fue de Quilmes que empardó el partido y pasó al frente 54-52 por primera vez, con un parcial extendido de 36-15 en 10 minutos.

Cuando peor estaba, Peñarol fue sostenido por David Jackson. El escolta foráneo hizo 9 puntos en el tercer cuarto y con su individualidad mantuvo a todo Peñarol de pie, cuando su ofensiva no podía progresar como equipo.

El partido se decantó en el último parcial a favor del equipo que más juego asociado propuso. Además tuvo a los dos jugadores “distintos” que marcan diferencias. Con el juego 68-70, Peñarol recuperó una pelota y Jackson clavó un triple sobre la marca para darle 5 de luz a falta de 3 minutos.

Faltaba mucho pero fue un mazazo que mató al cervecero. El equipo del cabezón De la Fuente no supo reponerse de ese golpe y sobre todo cuando salió a buscar el partido lanzó 1/7 en triples en el parcial final.

De otro lado, inmediatamente después, Román Gonzáles ganó contra tres, metió un doble con falta y convirtió el adicional (70-78) a falta de dos minutos. Asunto liquidado.

Quilmes perdió la poca línea que le quedaba y tiró una presión toda la cancha no por convencimiento sino por desesperación. Peñarol tuvo aplomo para sortear la presión, romperla con pases y abrió la diferencia con apariciones fantasmales por las espalda de la defensa quilmeña.

El cervecero terminó dejando una imagen opaca, confundido, y que no se corresponde a un equipo que logró levantar 19 puntos en contra en un clásico y pasar al frente en apenas 10 minutos. Quilmes es puro corazón y hace mucho que no tiene un equipo de temple tan firme. Pero todavía le falta juego y definir que quiere hacer con Wade, que las mete en el entrenamiento y no las tira en el partido.

Peñarol se subió a la montaña rusa de los festejos. Los jugadores se debían a si mismo una alegría semejante. Después del último clásico, de no poder ganar la copa Argentina, del comienzo con derrota en La Boca, una actuación así es reivindicatoria y necesaria. El milrayitas suele usar el clásico de trampolín, una costumbre que no deja de festejarse.

Síntesis
Quilmes (73): Hernando Salles 10, Pablo Gil 16, Tiras Wade 14, Jaz Cowan 18 y Ezequiel Dentis 6 (FI), Pedro Calderon 0, Nicolás Romano 4, Maximiliano Maciel 5, Esteban López 0 y Dragan Capitanich 0. DT Esteban De la Fuente

Peñarol (85): Sebastián Rodríguez 15, David Jackson 26, Marcos Mata 4 (x), Byron Johnson 12 y Román González 19 (FI), Lucas Picarelli 0, Alejandro Diez 2, José Muruaga 7, Sebastián Vega 0 y Alejandro Reinick 0.DT Sergio Hernández

Parciales: 14-2, 31-41, 56-58
Árbitros: Settembrini – Batista
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (5500 espectadores)

Fotos: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

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