sábado, 18 de octubre de 2008

Salió caro el alquiler


En la historia de la liga (y del basquet) siempre se dio la misma premisa: el que juega mejor gana, en cualquier cancha. Y Estudiantes fue superior porque su defensa limitó hasta el extremo a Peñarol. Porque tuvo en Juan Cangelosi al hombre de la noche. Porque el Pitu Rivero tuvo un demoledor segundo tiempo, porque el pibe Leo LaBella condujo los hilos del final como si fuera un experimentado. Finalmente también porque Peñarol todavía no tiene claro muchas de las cosas que quiere, y si lo sabe, no sabe cómo.

El inicio lo encontró mejor a Estudiantes. La idea táctica de Richotti fue rodearlo a Román en el poste bajo y negarle la posible descarga. En los primeros avances González buscó sin suerte el aro rival y la ofensiva se ensució un poco. Ed Nelson, en cambio recibió el balón y produjo en ataque con efectividad. Así Estudiantes sacó un ventaja inicial (6-11)

Con Mata ganándole el duelo a Lucas Bianco y Cangelosi con Jackson goleándose mutuamente el partido se hizo vertiginoso desde los perimetrales. El gran duelo de pivotes, por un momento, entró en una meseta y Ed Nelson con Román González se anularon mutuamente.

Sorprendió el técnico de Peñarol Sergio Hernández quién detrás de un pedido de tiempo muerto (15-21 a falta de 3:47) ordenó una zona 2-3. Fue la primera vez que Peñarol recurrió a una defensa alternativa jugando como local en lo que va de la temporada.

Peñarol insistía con penetraciones buscando lastimar el juego interior hasta que Tato Rodríguez tomó el primer triple de su equipo para achicar distancias (21-26). Un par de recuperos en la primera linea no le dio la chance de correr pero Peñarol tuvo una virtud divina: no perdió la paciencia en el peor momento y se acercó a 23-26 al cierre del primer cuarto.

En el segundo parcial se encendió David Jackson y con un par de acciones individuales de su sello empató el partido en 30. Desde entonces el juego fue equilibrado en su desarrollo y en el tanteador. Se prestaron la delantera hasta el cierre del primer tiempo.

Leandro Cecchi entró para frenarlo a Jackson (y cumplió) mientras que Jamaal Levy tomó licencias ofensivas ante Alejandro Diez, aprovechando su mayor velocidad.

Desde la mitad del segundo segmento, Hernández probó con su equipo más defensivo en cancha, Picarelli, Muruaga, Mata, Ale Diez y Reinick. El técnico de Estudiantes le contestó mandando a Nelson al campo pero el pivote ya no respondió como en el principio. El reingreso de Levy tampoco le trajo soluciones a su juego interior.

En el inicio del complemento el albo sorprendió con una defensa zonal que lo complicó a su oponente (47-49 a falta de 5.00). Ambos equipos atacaban con sus perimetrales. El Oveja le puso tres tiradores a la zona: Tato, Muruaga y Jackson y un triple del foráneo lo dejó arriba por uno (56-55 a falta de 2:00)

En el cierre del tercer cuarto la “gran” diferencia la hizo Juan Manuel Rivero que con dos triples suyos primero empató el partido y luego sacó una diferencia de tres para ingresar al segmento final (58-61).

En el último cuarto la defensa de Estudiantes se cerró muy bien en el juego interior y Peñarol no encontró huecos para filtrar un tiro cómodo. Forzó casi todas las acciones ofensivas. El Oveja rotó mucho el banco en la búsqueda de encontrar a un “hombre con gol” hasta que un doble rebote ofensivo de Estudiantes en la misma jugada lo obligó a pedir minuto (60-65 a falta de 7:10).

Al salir del minuto Barrera tomó otro rebote ofensivo más peleando la posición (no saltando) y el entrenador lo sacó a Ale Diez para que lo tome Marco Mata jugando como ala pivote.

El partido comenzó a sellarse definitivamente a falta de 4 minutos, cuando encerrado contra un costado, limitado por el tiempo, Juan Manuel Rivero le tiró por encima de la cara a David Jackson (y saltando para atrás) para convertir un triple decisivo (62-70). Una especia de puñal que dejó heridas imposibles de cerrar.

El Milrayitas fue a buscar la heroica y con un triple de Jackson achicó a cinco, pero La Bella tuvo un cierre de juego excepcional. Mientras que el base titular de Estudiantes, Pedro Franco, fue más vertiginoso durante el partido, el pibe La Bella frenó al equipo y le dio mucha conducción en el cierre. Un complemento perfecto.

A los ponchazos Peñarol quería descontar, se puso a 4 con un triple de Mata (68-72). Allí metió el último doble cambio de la noche. Preocupado por La Bella Hernández ordenó el ingreso de Picarelli por Tato Rodríguez y volvió Román González cuando restaban 2:45.

Pero la historia estaba vestida de blanco. Un doble de Levy con una exquisita asistencia de La Bella y un triple del jugador del partido llevaron la distancia a 9 (68-77) cuando restaban dos minutos. Desde allí la virtud de Estudiantes fue cuidar esa distancia, darle la pelota a las manos seguras de sus compañeros, recibir las faltas y cobrarlas en la línea. Es decir, cerrar la faena de un partido jugado con mucha inteligencia.

Peñarol cerró el juego sin Byron Johnson (jugó apenas 15 minutos en el partido), sin Tato Rodríguez y Román entró faltando dos minutos y medio. Tiene un equipo para defender y otro para atacar pero ninguno de los dos es completo. Y a río revuelto, ganancia del Albo.

Síntesis

Peñarol (78): Sebastián Rodríguez 10, David Jackson 21, Marcos Mata 8, Byron Johnson 8, Román González 19 (FI) Lucas Picarelli 0, José Muruaga 4, Alejandro Diez 5, Alejandro Reinick 3. DT Sergio Hernández

Estudiantes (86): Pedro Franco 0, Lucas Bianco 4, Juan Cangelosi 29, Jamaal Levy 12 y Ed Nelson 17 (FI). Leo La Bella 3, Juan Manuel Rivero 17, Leandro Cecchi 0, Gerardo Barrera 4. DT Marcelo Richotti

Parciales: 23-26, 39-40
Árbitros: Diego Rougier – Jorge Chávez
Estadio: Once Unidos

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

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