domingo, 23 de diciembre de 2007

Hernández: "No soy un mago"


Con esa seguridad que lo caracteriza a la hora de enfrentar a los medios, el entrenador de Peñarol, Sergio Hernández, entregó sus últimas declaraciones del año con tranquilidad. No lo alteró ni el éxito frente a Quilmes, ni un semestre que tal vez estuvo lejos del ideal o del sueño del hincha de arrasar con todo de la mano del técnico del seleccionado argentino. Una situación que el entrenador bahiense definió con esa claridad conceptual que lo ha llevado tan alto en su carrera y que exhibe también para las entrevistas. "Si esperaban que porque yo estuviera se iban a ganar todos los partidos, ya se dan cuenta de que no, que no soy un mago. Si fuera eso estaría en el CSKA de Moscú con un sueldo de 2 millones de euros, pero ni siquiera el técnico de los rusos es un mago. Nadie puede hacer magia en el básquetbol. Es un deporte muy lógico y en esta Liga es todo muy difícil", señaló sin varita pero para empezar a cerrar el año ante este medio y los hinchas con contundencia y sin esquivar nada.
El entrenador fue autocrítico en el recuento de logros en el semestre y marcó el saldo positivo en los clásicos de esta temporada como el logro que hace disminuir la bronca por las frustraciones en los torneos que su equipo afrontó hasta ahora. "Seguramente es lo más positivo de esta parte del año estar arriba cuatro a uno en el duelo de los clásicos. Porque si encima que no ganamos la Copa Argentina, se nos escapó el Sudamericano y quedamos afuera en el primer cruce del Súper 8, también quedábamos abajo en los enfrentamientos con Quilmes, la bronca hubiera aumentado. Jugamos cinco, ganamos cuatro, aunque igual no me olvido de que te dan los mismos puntos que en cualquier otro partido. Pero para el ánimo de la gente y el nuestro, bienvenido sea", indicó.
Profundizando sobre lo que fue esta parte de la temporada en la que su plantel no consiguió títulos pese a la expectativa generada y asimismo mostró una marcada irregularidad, Hernández también apeló a otros motivos. "Peñarol es un histórico y siempre tiene exigencia, si está para pelear arriba o si se tiene que salvar del descenso. Por ahí de los conjuntos en que había depositada una gran expectativa, el único que le escapó a eso fue Libertad, porque tanto nosotros como Boca sentimos un bajón por la esperanza que también hay puesta sobre los equipos que se formaron. Esa presión está bien, pero nuestro error fue caer en un momento en el pensamiento de que no podíamos perder y eso nos jugó en contra. En este último partido ya se vio que jugamos más sueltos en ese aspecto" aclaró.
Hernández también se encargó de hacer una radiografía basquetbolística de lo que fue este semestre para el "milrayitas" e hizo hincapié en la ansiedad mal canalizada por el plantel en ciertos momentos. "Ofensivamente hasta aquí hemos sido un poco extraños. Queremos acortar los caminos y tomar atajos siempre, quizás porque tenemos varios jugadores con poder de gol. No sabemos disfrutar de ese potencial ofensivo que disponemos y obligar al rival a un desajuste defensivo. Por eso, si repasás nuestros partidos, es muy difícil encontrar una situación de uno contra cero de un jugador nuestro en ataque", argumentó.
Emparentado con esas carencias o ese apresuramiento ofensivo que afectó a Peñarol, el director técnico puntualizó un progreso en los últimos juegos y contra Quilmes el último viernes, específicamente: "Acá lo importante es que ya se vio en este partido que estamos más sueltos, más seguros. Podemos ganar o perder, pero hay una conciencia colectiva de lo que se hace y en ese camino hay que avanzar para llegar bien como queremos a la definición de la Liga
Fuente:Diario La Capital

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