jueves, 10 de enero de 2008

Encontró lo que buscaba


Fue un partido épico. Una batalla de 4 cuartos. Libertad y Peñarol se repartieron aciertos y errores. Un duelo táctico, de nervios y personalidad. Costará reencontrarse con semejante espectáculo tan pronto.

Es que la previa venía cargada de adrenalina porque chocaban el mejor equipo de la Liga con un equipo con aspiraciones, acaso en su momento más especial del proceso Hernández. Seamos claros. Este mismo partido con Eric Rodríguez en cancha, Peñarol no lo ganaba, con Cedric Moodie en pista, tampoco. Lo ganó con Quincy Wadley que demostró tener nervios a prueba de finales cerrado.

“Las pelotas a mi” parecía decir el escolta en el final. Se hizo cargo de todas las situaciones difíciles del partido. Como si le gustara jugar con fuego. Un jugador así te ayuda a salir campeón.

Las certezas previas a un partido de estas características son muy pocas, lo único que se podía inferir es que Libertad metería el partido en su maraña defensiva. Si había alguna ocasión propicia para que Peñarol demostrara que tiene la convicción y la personalidad para defender bien, era esta. Y salió decidido a ejecutarla.

Ambos entrenadores apelaron a sus jugadores más emblemáticos (otra característica de partido de Play Off) en el inicio. Peñarol buscaba como faro a Román González por su parte Libertad buscaba a Tato Rodríguez ¿Cómo?. Si, en vez de alimentar la ofensiva en Battle el conjunto de Lamas salió dispuesto a complicarle la vida a Tato Rodríguez. El objetivo era atacar a Tato en su defensa. Y salió muy bien. El base de Peñarol se puso en dos faltas rápidamente y cuando iba a la ofensiva lo paraban con Moldú. Sergio Hernández debió cambiarlo por Picarelli.

Peñarol de todos modos tiene dos equipos. Uno que juega de mitad de cancha para adelante y otro que lo hace de mitad hacia atrás. Como Libertad propone habitualmente un partido de defensas, el local la puso parda. Metió a Mata y Diez con Picarelli y la historia mejoró 100% en defensa.

En la rotación desde el banco, Con Scales y Ale Diez en el juego interior y Picarelli, Wadley (luego Locatelli) y Mata en la media cancha, Peñarol logró los mejores 10 minutos defensivos de la era Hernández.

También existe la otra mitad del problema. Lamas dispuso el descanso de Ginóbili por Müller. El base suplente no tuvo un feliz ingreso, lució apurado (junto con Saglietti de lugarteniente) y Libertad jugó a los autitos chocadores un buen rato. Cuando Lamas mandó de nuevo a Sebastián Ginóbili a la cancha, el resultado ya estaba puesto (34-22 a falta de 3.30).

El Sepo ingresó y habilitó tres veces seguidas a Battle. Ningún compañero se había acordado de él en ausencia de Ginóbili. El mejor extranjero de la Liga corría vacío la cancha viendo como sus compañeros forzaban todas las situaciones. Es cierto que Peñarol defendió como nunca. Es justo decir que Libertad lo ayudó también con su impericia.

La primera mitad del juego (39-28) mostró carencias de todo tipo en las ofensivas de ambos, pero se suplían con defensa, defensa y más defensa. Por eso Tato Rodríguez jugó apenas 6 minutos en todo el primer tiempo. La virtud del equipo de Oveja Hernández fue cobrar con gol tres ataques consecutivos después de defender brillante. Porque defender como perro y no meter la bola es lo mismo que nada. Un poco de Diez, una combinación con Marcos Mata y otra con Jason Osborne y en dos minutos la ventaja se abrió a 10 puntos.

El tercer cuarto le favoreció a Libertad que ajustó la defensa (aún más) negando toda posibilidad de juego interior en Peñarol. El local, empujado por su gente se metió en un enredo difícil de salir. Perdió siete balones en el segmento, no tuvo tiros limpios y buscó que su defensa sea una solución constante. No se siempre se puede. Se despertó el Sepo en ataque y la distancia se hizo cada vez más corta. Allí fue la primera vez en el partido que apareció Wadley.

Cuando peor jugaba Peñarol en ataque, el escolta metió una bomba de tres puntos ante una defensa individual. Luego ante la zona de Libertad clavó otro triple clave. Wadley no fuerza situaciones para tomar los tiros. Es una bendición que un goleador no se fastidie sin tirar. Encima no se esconde en defensa.

La distancia era de 9 al ingreso al último cuarto, pero el inicio del segmento final no podría haber sido peor para Peñarol: lanzó 1/11 de cancha tomando tiros malos, sin sistema y sin rebote ofensivo. Andrés Pelussi se hizo infranqueable en el rebote, lo mismo que Battle. Laburando con paciencia Libertad recortó la ventaja a dos (52-54) con un parcial 9-2.

Luego vendría un nuevo recupero defensivo de los Tigres, corrida de Pelussi, bandeja, falta y la pelota que no entró porque Dios estaba del lado milrayita. Hubiese sido el empate. Pero Pelussi erró los dos libres y Peñarol seguía al frente.

El primer en irse por acumulación de faltas fue Moldú (de flojo partido) pero a falta de 3.42 cuando Peñarol ganaba 52-54 se tuvo que ir Robert Battle al llegar a la quinta.

Otra vez el partido en terreno de incertidumbre. Fue entonces que Wadley (como en el tercer parcial) se hizo cargo del equipo. Anotó 9 puntos (uno más importante que el otro) para ser el goleador del partido y su responsable máximo. Tribunero, díscolo, efervescente, de gran talento y personalidad no le pesó la responsabilidad de hacerse cargo de la parte final. Con Moldú afuera por faltas, Libertad careció de guía. Empujó Ginóbili (pero erró los triples), empujó Pelussi (pero erró los libres) y todo se terminó.

Los eternos segundos finales se fueron en jugadas tácticas y cortes con falta porque hasta el último punto cuenta en la clasificación final ante eventuales empates. La gente entendió que algo bueno se esta gestando y más allá de haberle ganado al campeón del Super 8 y líder de la Liga, la euforia era por Peñarol. Jugó una defensa de otro campeonato. Tal como lo soñó.

Ahora Peñarol sabe que el goleo del partido con Universo cuenta (porque se resuelve por gol average y no por diferencia) y aún perdiendo se puede quedar con el segundo lugar. Libertad debe ganarle a Liceo Mixto de Chile y esperar. Tiene 1.044 de coeficiente ante Peñarol y Universo. Por el momento Peñarol tiene 1.078 y Universo 0.85. Pero todo puede cambiar con una goleada del conjunto brasileño que puede incluso salir primero. Las chances están, a jugar.

Síntesis:

Libertad (64): Sebastián Ginóbili 16, Pablo Moldú 2 (x), Mariano Cerutti 8, Andrés Pelussi 10 y Robert Battle 16 (x) (FI) Marcos Saglietti 10, Martín Muller 2, Jorge Benítez 0. DT: Julio Lamas

Peñarol (69): Sebastián Rodríguez 4, Quincy Wadley 22, Juan Manuel Locatelli 5, Jason Osborne 12 y Román González 14 (FI) Lucas Picarelli 2, Marcos Mata 1, Alejandro Diez 5 y Jervaughn Scales 4. DT: Sergio Hernández

Parciales: 18-21, 28-39 y 43-52
Arbitros: Jorge Vásquez (Puerto Rico), Mike Homsy (Canadá) y Daniel Delgado (Venezuela)
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas” (3500 personas).

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar
Foto:infoliga

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