martes, 22 de enero de 2008

Fue un paseo en una tarde de sol



Si de fidelidad se trata, la gente de Peñarol puede dar una charla bien larga y ponerse como ejemplo. Ayer, mientras los turistas aprovechaban los 27° en la playa, bajo sombrillas, carpas, en la arena, un churro y dos choclos, algo más de 4.000 marplatenses disfrutaron bajo el techo del Polideportivo -sin aire acondicionado- un espectacular triunfo del equipo más popular de la ciudad. Podrían haber especulado con presenciar el posible partido definitorio (finalmente hoy, desde las 19, por Fox), sin embargo pasaron por taquilla, se acomodaron desde temprano y no dejaron de alentar. ¡Qué aguante!

Los jugadores devolvieron el valor de la entrada. Además de la entrega, mostraron un buen juego de conjunto en defensa y ataque después de los seis primeros minutos (13-17) cuando llegó la advertencia del DT Sergio Hernández para corregir algunos errores propios de la ansiedad y los nervios

La experiencia del primer choque, en Montevideo, le dejó al cuerpo técnico local un buen muestrario de errores a no repetir. Y lo hizo bien esta vez, en el segundo juego, que ganó ampliamente por 98-74, resultado que se fraguó a los 35 minutos cuando la ventaja trepó a los 16 puntos de diferencia.

Peñarol dio el vuelco definitivo en el tercer cuarto, una vez que calentó su mano el buen tirador Quincy Wadley, quien arrimó 12 tantos. Así se alejó 70-56 a los 30m, mientras Defensor Sporting no encontraba respuestas en el temible David Jackson, que bajó su efectividad de 7-10 triples en el primer partido a 1-7 en el de ayer. La defensa escalonada, de ayudas sobre el hombre que genera todo el juego del equipo uruguayo fue clave para construir pacientemente el triunfo.

También los marplatenses contaron con el eficiente aporte de Jason Osborne (16 y ocho rebotes en tres cuartos) y Román González (15 y cinco), que dominaron el juego interior sobre Nathan Mielke y Gastón Paez. Los uruguayos, esta vez, no encontraron parches entre sus suplentes. En cambio, ahora sí, Peña mostró buenas alternativas con Marcos Mata, Alejandro Diez y Lucas Picarelli para refrescar el perímetro.

Los entrenadores dicen que "no hay dos partidos iguales". Y es verdad de Perogrullo. Eso deben entender los jugadores marplatenses para no llevarse una sorpresa en el partido definitorio. Si lo comprenden y no caen en la trampa, el pasaje al Final Four está al alcance de la mano.
Fuente:Diario Ole

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