Le gana con la camiseta. La final de la última temporada (4-2), el duelo de ida en ésta (108-99) y el choque por el Sudamericano en Brasilia (81-76) eran los antecedentes. Anoche, Boca volvió a imponer su tremenda paternidad sobre Peñarol con el 76-65 en el Poli para agrandar aún más la diferencia en el historial (40-25). De la mano de Leo Gutiérrez, que la rompió en su partido 600 y superó los 7.200 puntos, el reciente subcampeón sudamericano se rehabilitó de dos caídas al hilo en la Liga y recuperó la punta de la Sur.
Peña quedó envuelto en llamas. Sin el lesionado Locatelli, perdió el invicto en su cancha y sufrió la dura reprobación de un público exigente que no se banca más frustraciones. Hay rumores de todo tipo (ver El clima...) que recrudecen el mal momento deportivo.
Desde el arranque, Boca se sintió más cómodo que un rival envuelto en dudas y frágil en defensa. Todo eso lo aprovechó Gutiérrez, el jugador franquicia capaz por sí solo de convertir al Xeneize en candidato al título. El cordobés perforó a Peña con sus triples (3-6) y los de Piccato lo aprovecharon para sacar 14 a 36s del cierre. Los marplatenses, sin química colectiva, sufrieron la apatía de sus importantes (Tato, Román y los foráneos) y se les hizo cuesta arriba. Más leña al fuego interno le agregaron los cantitos de su tribuna en el segundo cuarto, cuando a los 6m26s el tablero del Poli marcó 19-37. "Que de la mano del tucumano (NdeR: por Carlos Romano, el ex DT), todos la vuelta vamos a dar" y "Borombombón, para el Oveja la Selección". Hernández, nuevo en el club, sintió la presión que vive Peña. Boca se llevó 13-12 el parcial.
En el tercero, los porteños volvieron a sacar 16 con Cequeira vulnerando con facilidad a Tato y sin puntos de Leo. Se quedaron a 1m30 y Peña metió un 9-0 para limar a siete. No sirvió. En el último, la visita lo terminó de cocinar con nueve puntos del activo Funes, un triple letal de Oroná y el oficio de Gutiérrez, el ancho de espadas que sigue brillando y despejando la ruta de Boca
fuente:diario ole
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