San Wilson

Volvió una noche, no lo esperaba... Estudiantes, ya que Peñarol lo recibió con los brazos abiertos. En su mejor juego de esta temporada, Byron se despachó con 30 puntos, y en suplementario le dio la victoria al milrayita. Llegó Bryant pero finalmente no debutó en el albo.

En los primeros diez minutos Estudiantes logró algo que no pudo hacer durante el juego contra Independiente: frenar al principal hombre grande de su rival. En este caso Juan Manuel Torres pudo frenar a Román González, quien recibió poco y no pudo hacer diferencias.

El perímetro milrayita se vio condicionado por su baja efectividad desde 6.25, y esto ayudó a que el dueño de casa pueda recostarse más sobre su canasto, y hacerse fuerte en un rubro que le demanda mucho esfuerzo, como es el de los rebotes en el cristal propio.

Las salidas rápidas, más alguna conversión oportuna de tres puntos le dieron la ventaja para cerrar el primer chico arriba, 27 a 18. En ese primer acto se dio un hecho pocas veces visto, ya que cuando restaban poco menos de cuatro minuto, llegó al estadio el nuevo foráneo albo, Andrew Bryant, quien antes de terminar ese parcial llegó al banco de suplentes, se saludó por primera vez con el entrenador y se sentó al lado del asistente para que este le enseñe las jugadas.

A los 30 segundos de haberse iniciado el segundo periodo, un corte de luz en el tablero de juego interrumpió el partido por un margen de 15 minutos, en los cuales el nuevo americano pudo realizar algunos lanzamientos al canasto, aunque finalmente no ingresó.

Una vez solucionado el inconveniente técnico fue Peñarol quien se mostró mejor plantado. Román González aprovechó el cambio de su defensor, y con Barrera en sus espaldas pudo desenvolverse de mejor manera. Byron Wilson se encontró con el canasto y la desventaja de nueve en poco menos de tres minutos se volvió de dos (32 a 30).

A pesar de ello el dueño volvió a reencontrarse en defensa, y con esos aciertos pudo volver a correr; aún sin terminar de apagar a Wilson, pero con el suficiente aplomo como para sacar una diferencia de siete (52 a 45) al irse al descanso largo. El que no volvió a pisar el parquet fue Alejandro Diez, quien recibió un corte en su boca y debió ser atendido.

La vuelta de vestuarios ratificó algo que se venía gestando a lo largo de la primera mitad: tanto Pedro Franco como Javier Scheines tuvieron una buena noche, y en ese tercer episodio sacaron lo mejor de cada uno.

El albo defendió duro en la pintura y aprovechó los errores que esto generó en el marplantense, para ponerse por 14 arriba, a dos minutos para el cierre. La doble base plantada por Sergio Hernández no terminaba de consolidarse y fue a través de la mano de Wilson, y un salvador parcial final de 9 a 3 (antideportiva a Muruaga mediante), que los actuales campeones del Súper 8 volvieron a la vida y quedaron ocho al terminar el tercer chico.

Ya en el epílogo, un doblete de tres puntos que arrimó Wilson, más un par de conversiones de Picarelli terminaron de poner a tiro a Peñarol. Scheines se fue por faltas y hasta que Estudiantes logró contener el embate en la pintura el partido quedó igualado a un minuto del final.

En el fragor del doble a doble, quedó descolgada la situación vivida en el banco de suplentes visitante, al mismo tiempo que los jueces concedían un tiempo muerto. Juan Manuel Locatelli, ya fuera de partido por haber llegado a su quinta personal, se levantó y fue directamente a golpear al asistente de su propio equipo Fernando Rivero, aunque sus compañeros intervinieron y el golpe no llegó a destino.

Un doble con la posterior conversión desde la línea vía Román González le dio la ventaja al milrayita por dos, pero luego, el mismo “Chuso” le cometió falta a Pedro Franco, y este anotó ambos simples.

Con el tanteador empatado en 90, el marplatense tuvo un final similar al del último clásico. Se enredó, no logró una posición clara de tiro, y el intentó culminó en las manos de Jason Osborne, que de frente al canasto, con defensa encima y a 6 metros del cilindro falló el intento y el cotejo se fue a suplementario.

En el tiempo extra el bahiense comenzó mejor, y luego de haberse podido poner a seis de luz (podría haber sido 97-91, pero Gil erró una bandeja solo), quedó abajo por uno, luego de una buena intervención de Mata y la posterior conversión de González.

El juego se paseó de allí en más por la línea de tiros libres, y en ese ir y venir, Gerardo Barrera se fue por infracciones luego de haberle encontrado la vuelta a González. Wilson puso al de Mar del Plata uno arriba (101-102) y con 11 segundos por jugar Pedro Franco intentó un triple que no llegó a destino.

Nuevamente Byron no falló sus intentos libres, y con 7.5 por jugarse, el visitante puso en jaque el tanteador (101-104). Apenas corrió dos segundos el reloj, y Pedro Franco fue a la línea. El base tampoco erró, y en la reposición fue cortado Sebastián Rodríguez.

“Tato” concretó dos de dos, y en el último ataque de la noche, el albo no encontró la forma, le dio un balón complicado a Mariano Franco quien recibió la tapa de Osborne y con el último hilo de tiempo Jamaal Levy no pudo hacer ni siquiera que el balón toque el canasto.

Peñarol se quedó con el triunfo pese a haber jugado mal gran parte del cotejo. El resultado atendió a fallas de su rival, y a una iluminada noche de Byron Wilson, que se mostró como en los viejos tiempos.

Síntesis

Estudiantes (90) (103): Pedro Franco 23, Pablo Gil 22, Mariano Franco 10, Jamaal Levy 19, Juan Manuel Torres 2 (FI), Nicolás Paletta 0, José Muruaga 12 (x), Gerardo Barrera 1 (x), Javier Scheines 14 (x). DT: Guillermo López.

Peñarol (90) (106): Sebastián Rodríguez 13, Cedric Moodie 5, Marcos Mata 4, Jason Osborne 11, Román González 23 (FI), Byron Wilson 30, Alejandro Diez 2, Lucas Picarelli 12, Juan Manuel Locatelli 2 (x), Jervaughn Scales 4. DT: Sergio Hernández.

Parciales: 27-18, 52-45, 72-64 y 90-90.
Árbitros: Raúl Imosi y Osvaldo Bautista.
Estadio: Dr. Osvaldo Casanova.
Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)
Fuente:pickandroll