jueves, 15 de noviembre de 2007

NI EL TIRO DEL FINAL...


Por fin. Quilmes tuvo su desquite y derrotó a Peñarol por 72-70 en el partido pendiente de la décima fecha de la primera fase de la Liga Nacional de Básquetbol. El equipo "tricolor", esta vez, contó con una gran respuesta espiritual cuando estaba en desventaja y remontó el barrilete en el último cuarto con grandes producciones ofensivas de Aguirre y Reynolds, quien definió el partido con un doble a falta de 18 segundos.
El primer tiempo fue por demás cambiante. Los dos equipos se preocuparon sobre todo por la defensa y, con aciertos y errores, en líneas generales lo hicieron bien. De ahí que jamás hubo en el primer cuarto ventajas mayores a los tres puntos. Por el lado de Peñarol, Mata casi ni le dejó tocar el balón a Hall, pero Reynolds se las ingenió para ganar y perder ante la defensa de Diez y tuvo algo de compañía desde el perímetro.
Quilmes, por su parte, hizo una buena defensa de perímetro, pero sufrió con Román González, líder de la ofensiva "milrayitas". Cuando sus compañeros lograron encontrarlo, el pivote brindó muy buenas respuestas en el poste bajo.
Pero Román González se quedó en el banco en el arranque del segundo. Sin él, la ofensiva "milrayitas" giró en torno al tiro exterior, pero con porcentajes muy flojos. En consecuencia, no logró un sólo punto en tres minutos y medio.
Sin sobrarle nada adelante, Quilmes aprovechó esta sequía para sacar nueve puntos de ventaja (30-21). Pero el regreso a la cancha de Román González y la vuelta de Tato Rodríguez, liberado de la responsabilidad de conducir porque Picarelli siguió en cancha, le permitió a Peñarol achicar casi toda la desventaja e irse abajo al descanso sólo por un punto: 34-35.
El tercer cuarto fue de neto corte peñarolense. Román González dió un recital. En ese parcial anotó 13 de sus puntos, tomó cinco rebotes y colocó una tapa. De la mano del pivote, Peñarol se transformó en el dueño de la situación. Tuvo un socio ideal en Tato Rodríguez, que se encargó de abastecerlo y también de lastimar con su tiro abierto.
Quilmes durante ese lapso no tuvo juego interno, minimizado por la gran actuación de González. Y sólo algunas "bombas" de tres puntos de Salles, Villares y Maciel engrosaron una flaca ofensiva. Peñarol se llevó el cuarto 58-51 y parecía encaminarse a una nueva victoria.
Pero el elenco de Oscar Sánchez reaccionó con mucho coraje y una gran defensa sobre González. Peñarol, controlado el pivote, volvió a quedarse sin argumentos.
En poco más de tres minutos, con un fulgurante pasaje del santiagueño Nicolás Aguirre, Quilmes no sólo limó toda la desventaja, sino que pasó al frente por 62-60.
De ahí hasta el final fue palo a palo. La inteligencia de Reynolds hizo entrar más en juego a Aguirre y le permitió al elenco "tricolor" manejar siempre una pequeña ventaja.
Pero, cerca del final, Román González reapareció en escena con un par de dobles más y Peñarol, remando desde atrás, logró igualar en 70 a falta de sólo 40 segundos.
Quilmes jugó su última ofensiva con inteligencia, le hizo llegar el balón a su jugador más confiable, Reynolds (17 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias), quien no falló.
Peñarol tuvo el cierre. Pero no logró hacerle llegar la pelota a Román González, quien estaba defendido por Aguirre. Byron Wilson se enredó con la pelota y Tato Rodríguez, casi sin tiempo, tuvo que tomar un lanzamiento desesperado de tres puntos. Lo falló y así Quilmes pudo darse el gran gusto.
fuente:la capital

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