jueves, 14 de febrero de 2008

ERA DE ESPERAR


Regatas logró su 17ª victoria al hilo en Corrientes. Venció 85-77 a Peñarol, el capo de América. Chuckie Robinson sobresalió por sobre un gran nivel colectivo.

Carlos Zeniquel (h)
de la redacción de “época”

Todo perfecto le salió a Regatas en su seguidilla como local. Su primera victima fue Quilmes, luego mordió el polvo de la derrota Boca y anoche Peñarol no pudo estrenar de la mejor manera su reinado de América. El equipo del parque Mitre, con gran juego colectivo, se impuso por 85-77 y extendió a 17 el número de partidos invicto en Corrientes en la Liga Nacional de Básquetbol (22 incluyendo la Copa Argentina). Nuevamente la fortaleza del parque Mitre lució repleta.
Ahora, los dirigidos por Silvio Santander encararán con plena confianza su periplo por Neuquén y Bahía Blanca. Mañana será contra Independiente y el domingo frente a Estudiantes.
En el inicio, Regatas se mostró firme defensivamente, con Tintorelli (8 rebotes en ese lapso) siendo patrón de la pintura y sin entregar segundas opciones a Peñarol, que no estuvo tan preciso en tiros de cancha (6/14). Sin embargo, no pudo capitalizar su buena marca porque falló mucho desde la línea de libres (pobre 1/7). Así, el score fue cambiando de dueño minuto a minuto. Aunque Regatas, en el cierre del primer cuarto, sacó una pequeña luz de ventaja por su poderío interno (13 entre Chuckie y Tintorelli).
Rotó mucho Santander la banca de Regatas, como para hacerle sentir a Peñarol el trajín de su excursión por México, donde disputó el Final Four de la Liga de las Américas. Y fue así como, luego de recuperar algunos balones, pudo sacar contras punzantes, con mucho vértigo. Entonces tomó un distancia de once (44-33) con un Stanton muy productivo cerca del aro -y bancando en defensa a Osborne en el poste bajo-, un par de triples de Rivero y otro acierto externo de Montecchia. Pero Peñarol aprovechó un quedo defensivo de Regatas y, con dos bombazos de Osborne -le flotaron adrede la marca- y una conversión rápida de Román González para ponerse a tiro (44-41) yendo al entretiempo.
A Peñarol le duró el envión en el arranque del tercer cuarto y poco más de un minuto pasó al frente (45-44). No obstante, Regatas se asentó nuevamente en defensa y reaccionó con las profundizaciones de Chuckie Robinson. Esto, sumado a una falta técnica sobre Wadley (le hizo gestos al público tras encestar un triple), le permitió al local distanciarse 55-48. El partido entonces se hizo más conversado y los ánimos se fueron caldeando. De todas maneras, Peñarol arrimó a dos (57-59) con los libres de Rodríguez y Scales. No se desesperó Regatas y retomó la supremacía en el score (66-58) por su mayor vocación defensiva y la efectividad de Stanton desde la línea (5/6 libres en ese segmento).
Pero Peñarol no es de fiar. Rodríguez tomó la posta y el visitante achicó a la mínima diferencia (71-72). Otra vez surgió el aplomo de Regatas, que pasó a defender de manera combinada (triángulo y dos, persiguiendo a los tiradores). Esto, sumado a la inteligencia de Martínez para “excluirlo” a Wadley del juego, permitió que el equipo del parque Mitre llegara con margen al desenlace. Cinco seguidos del paraguayo (con un triple sobre la chicharra tremendo) y otro bombazo de Rivero (85-73) prácticamente sellaron el triunfo.
Después Peñarol intentó acortar distancias para mantener la ventaja conseguida en Mar del Plata (102-96), pero Regatas aguantó bien y revirtió la diferencia, por lo que si igualan en puntos al finalizar la etapa regular, el equipo del parque Mitre quedará mejor posicionado.

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