Miles de marplatenses se volcaron a las calles desde muy temprano para recibir la llegada de jugadores, cuerpo técnico y directivos de Peñarol tras consagrarse en la madrugada del último domingo en Mexicali campeones de la primera edición de la Liga de las Américas de básquetbol.
Desde muy temprano simpatizantes "milrayitas" se volcaron a la rotonda de Constitución y la Autovía 2 para aguardar la llegada del micro que trasladaba a los campeones desde la Capital Federal, adonde habían arribado procedentes de México.
Ya el domingo varios allegados y directivos peñarolenses viajaron a Buenos Aires para compartir una cena con el plantel, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
El arribo a Constitución y la Autovía, previsto para las 9.30, se demoró cerca de una hora. Recién pasadas las 10.30 los hinchas divisaron la llegada del micro y corrieron a recibirlo hasta el puesto de la Policía Caminera.
Autobomba y colectivo
De allí, precedidos por una autobomba, en un colectivo alquilado a una compañía de turismo local, la delegación, engrosada por más directivos y allegados, comenzó una larga procesión por las avenidas Constitución, Independencia (hubo una "parada" en Canal 10) y Luro hasta llegar al Palacio Municipal.
Más de dos horas demandó ese trayecto. Una larga fila de autos se encolumnó detrás del micro de los campeones a bocinazo limpio. A puro canto. Con un gran despliegue de banderas.
Muchos más salieron a las veredas a tributar su homenaje. Agitando una bandera o desplegándola desde lo alto de un edificio. Sumándose a los cantos o a las "cargadas" a los primos quilmeños. Con un grito de aliento. O, al menos, con un aplauso. Fueron miles los que así se sumaron a la fiesta.
Y la gran mayoría de los que se sumaron al festejo tenían algo de Peñarol puesto. Muchas camisetas blancas o azul francia. Y también gorros. Una sinfonía azul y blanca.
El momento culminante del festejo fue en el Palacio Municipal. Cuando el equipo puso el pie en tierra fueron cientos las manos que se acercaron a palmear a los jugadores, innumerables las solicitudes de autógrafos y los pedidos de fotos.
Grandes símbolos
Cuando los reencuentros y los abrazos emocionados fueron múltiples. Como el que se dieron el presidente Domingo Robles (para esa altura, ya se había sacado el sombrero de mariachi que lució durante toda la procesión y que luego se volvió a colocar para la foto junto al intendente Gustavo Pulti) y Adolfo Taymir Urciuoli, uno de los grandes símbolos de la historia del básquetbol peñarolense.
Encabezados por Tato Rodríguez, a quien nadie le sacó la copa de las manos (el trofeo sufrió, pese a su cuidado, un pequeño accidente durante los festejos y debió ser "pegado" con cinta a la espera de cuidados mejores), el plantel ingresó al recinto municipal.
En uno de los salones, desbordado por la presencia de simpatizantes, periodistas y familiares de los "viajeros", el intendente, Gustavo Pulti; acompañado por Marcelo Artime, titular del HCD; Federico Maidana, presidente del Emder; y por representantes de las distintas bancadas, recibió a los campeones.
Pulti cortó rápido los aplausos hacia él cuando ingresó al salón donde lo esperaban ya los jugadores. "Soy yo el que los tiene que aplaudir a ustedes", dijo.
Elogios del Intendente
El Intendente tuvo conceptos muy elogiosos hacia Peñarol. "Más allá de la euforia merecida, quisiera hacerles una reflexión para compartir con todos los marplatenses. A ustedes no les está yendo bien solamente porque tengan una enorme voluntad deportiva, porque tengan mucha garra o porque sean talentosos. A ustedes les está yendo bien por todo eso y porque están en una institución que tiene dirigentes que toda la ciudad elogia y reconoce. Peñarol está siendo un ejemplo, está haciendo un camino y está arribando a metas que tienen que ver con la seriedad, la perseverancia y la dirigencia responsable".
"Dicen -continuó- que los éxitos suelen trascender el acontecimiento en sí. En este caso, es más merecido que nunca. Todos los que estamos en lo público necesitamos abrevar en la fuente de la seriedad, de la perseverancia y de la responsabilidad. Esto deja de ser un capital de Peñarol, lo que ustedes son hoy se transforma en un capital de Mar del Plata. Si ustedes no tuvieran estos dirigentes, seguramente no estarían recorriendo este camino de gloria".
"Les estamos agradecidos como marplatenses. Hoy el deporte de Mar del Plata está un escalón más arriba, como lo estuvo con Guillermo Vilas, con Claudia Rodríguez y Nora Vega, y con Uby Sacco. Ustedes están en ese panteón. Por eso, tras una decisión unánime de la representación política de la ciudad, les queremos entregar el decreto, recién firmado, por el cual se les otorga el Mérito Deportivo", finalizó Pulti, muy aplaudido por todos.
Domingo Robles, titular de Peñarol, agradeció las palabras de Pulti, a Sergio Hernández por decidir venir a Peñarol y a los jugadores que hicieron posible traer "el mejor regalo que mi club podía hacerle a la ciudad en este aniversario, el título de la Liga de las Américas". "Gracias a todos y gracias por esta locura que es Peñarol", finalizó Robles, antes de obsequiarle al intendente un sombrero de mariachi.
De ahí, al balcón. A compartir la euforia con los hinchas. El mejor final para un día de fiesta para Peñarol y para el deporte de la ciudad.
Diario La Capital
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